Simón Planells Struse nació hace 26 años en Sant Mateu. Es experto en las relaciones entre turismo y delincuencia, profesor de Economía Pública en la UIB, economista con premio extraordinario por la misma universidad y secretario de Economía del PSOE de Eivissa.

«El turismo tiene unos efectos muy positivos a nivel económico para Eivissa, pero también supone unos costes muy altos para el contribuyente en materia de seguridad y aumento de la criminalidad». Así de claro se mostró ayer el ibicenco Simón Planells Struse, profesor de la Universidad de Barcelona, al explicar a

Ultima Hora su estudio ¿Impulsa el turismo la actividad criminal?, elaborado junto al también profesor Daniel Montolío.

En dicho artículo, publicado por la prestigiosa revista norteamericana Crime & Delinquency, este joven de 26 años, nacido en Sant Mateu, y premio extraordinario por la Universitat Autònoma de Barcelona, pone de manifiesto las relaciones entre el turismo y el aumento de los delitos, tanto contra la persona como contra el patrimonio. «A nivel provincial y según los crímenes registrados por la Guardia Civil y la Policía Nacional de 2000 a 2008 hemos conseguido establecer que existe una relación directa en muchos lugares de España entre la llegada de turistas y el aumento de los delitos» , explica su autor.

Sin embargo, y en contra de lo que pueda parecer, según los datos que aparecen en el trabajo, este aumento no es especialmente significativo en hurtos, agresiones o delitos de faltas. Algo que el investigador ibicenco achaca al poco tiempo que pasan los turistas en lugares como Eivissa. «Muchos casos no se registran porque nuestros visitantes pasan pocos días en la Isla y, por lo general, quieren aprovecharlos tan al límite que prefieren no dedicar parte de su tiempo a poner la denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil».

A pesar de ello, el estudio si deja claro, según Simón Planells Struse, que las Pitiüses deberían de disponer de mayores efectivos policiales y de más recursos económicos destinados a la seguridad: «La falta de estos recursos hace que el bienestar y el nivel de inseguridad ciudadana en zonas turísticas como la nuestra aumente de manera exponencial, como queda reflejado en la encuesta de victimización de Gadeso de 2010 que explica que nuestros ciudadanos tienen uno de los niveles de percepción de inseguridad ciudadana más altos de España».