Antonio Villalonga junto a dos vecinas afectadas, integrantes de Epic y representantes de colectivos vecinales, ayer, en la presentación de los resultados de la campaña de contaminación acústica | (c) Sergio G. Canizares

Un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Sant Josep es el resultado de la primera fase de la campaña de salud acústica impulsada el movimiento ciudadano Epic y por vecinos de las zonas de Cap Martinet, Platja d’en Bossa, Can Burgus y Puig des Molins. También es la «conclusión» de las sonometrías realizadas este verano por dos empresas homologadas a 25 bares, beach clubs, discotecas y hoteles concierto de Sant Josep, Vila y Sant Antoni que arrojaron 58 resultados positivos por superar los niveles de ruido permitidos.

El recurso se interpuso en nombre de cinco particulares afectados, aunque representa a muchos más, y argumenta que «desde hace años» vienen denunciando ante el propio Consistorio «la permisividad que tiene con las actividades de ocio nocturno, especialmente con las situadas en determinadas zonas de su término municipal». «Son establecimientos que desarrollan sus actividades con absoluta impunidad y anuencia municipal, y que se adueñan del medio ambiente como si fuera de ellos. Con la música a niveles tremendamente elevados agreden impunemente a los vecinos cercanos (y lejanos) durante todas las noches, impidiendo el descanso y la tranquilidad», remarca.