Una madre muestra el fluorescente del patio, con el cable colgando, junto a los dos únicos lavabos para los niños.

«Decepcionados y tristes porque son los chavales los que pagan el pato». Así se muestra la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Apyma) del colegio de Sa Bodega después de conocer el nuevo retraso de las obras del colegio al que en un principio estaba previsto trasladarse en enero.

La Apyma asegura que este retraso no les ha causado sorpresa «porque vemos que las obras están paradas, se intuía que había un problema pero no a este nivel», dijo en alusión a que el Govern ha pedido a Vila que rescinda el contrato con la constructora por unas divergencias económicas. Lamentan que mientras «hay colegios que se terminan en un año, no entendemos por qué con este colegio llevamos 14 años». La fecha de inicio del expediente se remonta a hace 14 años cuando Xico Tarrés era alcalde de Eivissa. «Llevamos 14 años sin recibir mejoras en el colegio porque nos vamos al nuevo», aseguran.

Recuerda que cuando se encontraron los restos arqueológicos hace tres años, «pedimos unos baños nuevos porque era urgente y somos 250 niños». Infantil tiene sus propios baños, pero la Apyma asegura que para los niños de Primaria, alrededor de unos 170, «tienen dos wáteres, que son muy pequeños». «Nos sentimos totalmente abandonados», dice la Apyma, que pidió en su día una reforma de los baños. «Vinieron a verlos y nos dijeron que había que hacer unos baños nuevos, pero no se ha hecho nada».

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