El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, cuya organización ejerce la acusación popular en el «caso Noos», cree que la Infanta Cristina debe tener el mismo trato que su marido Iñaki Urdangarin a la hora de acceder a la sede de los Juzgados de Palma de Mallorca donde tendrá que declarar como imputada en el «caso Nóos» el próximo 8 de febrero.

En declaraciones a Europa Press, Bernad ha manifestado que las únicas medidas especiales que debería arbitrar el juez decano de Palma son las relativas al equipo de seguridad «discreto y suficiente» que permitió que el pasado 23 de febrero Iñaki Urdangarin llegara a los Juzgados y bajara «tranquilamente» los 40 metros de la popular cuesta de acceso al edificio.

De este modo, Bernard contestaba a lo señalado este martes por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón , quien señaló en una entrevista radiofónica que confía en que la Audiencia de Palma evitará que la Infanta Cristina, cuando vaya a declarar ante el juez Castro, tenga que enfrentarse a «situaciones de carácter previo» que puedan considerarse «perjudiciales» para ella.

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Para Bernard, implantar medidas diferentes a las disfrutadas por Urdangarin supondría «otra vez empezar con privilegios». Ha añadido que la Infanta no puede ser una excepción porque «no está sometida a un riesgo extremo».

A juicio del representante de Manos Limpias la opinión del ministro es «muy particular» porque viene a señalar que los demás imputados en la causa no tienen los mismos derechos porque «tienen una sangre que no es azul».

«El ministro ha sido muy torpe al hacer esas declaraciones, debe callar y dejar al juez que decida», ha añadido Bernard

Según Ruiz-Gallardón, por el contrario, «no se deben producir penas paralelas», así que está «seguro» de que habrá medidas para evitar «una situación de carácter previo que pueda considerarse perjudicial para la persona que acude a declarar», especialmente «si no es necesario para el buen fin de la declaración».