Abel Matutes quiere que la segunda y tercera líneas de playa estén a la altura de la primera, según sus palabras. Dos de sus proyectos estrella dentro de su Plan de Excelencia de Platja d’en Bossa son un campo de golf y un lujoso centro comercial. | ultimahora.es

Abel Matuts mostró ayer por la tarde, después de reunirse por la mañana en Palma con responsables del Govern balear y del Consell d’Eivissa, un gran interés en lograr los permisos institucionales para llevar a cabo lo que él denomina el Plan de Excelencia de Platja d’en Bossa, un gran proyecto en el que grupo de empresas que preside invertiría 300 millones de euros con el fin de mejorar esta zona y poner la segunda y tercera línea de playa a la altura de la primera, en sus propias palabras.

Tan interesado está en conseguir las bendiciones y diligencia de las instituciones para que le concedan los permisos pertinentes que, a preguntas de la prensa, dijo que está dispuesto a ‘aparcar’ la construcción de un campo de golf, una de los proyectos estrella de este Plan de Excelencia de Platja d’en Bossa. «Dejemos pendiente eso y hagamos todo lo demás», señaló.

Por la mañana, el empresario se reunió en Palma con el presidente del Consell, Vicent Serra; el vicepresidente y conseller de Territori, Mariano Juan; el conseller de Presidència del Govern de les Illes Balears, Antonio Gómez; los directores generales de Territori i Turisme del Govern, y técnicos del Govern, un encuentro en el que se acordó que Consell y Govern estudiarán «la viabilidad jurídica y territorial de realizar un plan de embellecimiento para a Platja d’en Bossa similar al de Platja de Palma», según la máxima institución insular.

Por la tarde, Matutes habló de la necesidad de que las instituciones «tengan capacidad de liderazgo» y sean rápidas a la hora de concederle los permisos y salven los obstáculos que, al parecer, podrían interponer «funcionarios».

A pesar de este enorme interés que Matutes mostró por conseguir el proyecto para Eivissa, advirtió que, sin que por ello deba considerarse un «ultimátum», si en un plazo aproximado de un mes, no cuenta con los permisos necesarios tomaría la decisión de realizar la inversión en el Caribe -habló de Jamaica- u otra parte del continente americano. «Somos ibicencos y queremos hacerlo aquí», dijo Matutes. Añadió: «Yo, si fuera político, no me dejaría escapar un asunto como éste».