Cerca de 20.000 personas se manifestaron el sábado en las Islas en contra de las prospecciones petrolíferas.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, agitó ayer aún más el debate sobre las prospecciones que marca estos días la agenda política balear, al vincular el petróleo con la mejora de la competitividad. PSIB y Més reaccionaron de inmediato y lo entendieron como una desautorización al president Bauzá, el PP balear insistió en que no han cambiado de postura y que se oponen a los sondeos sísmicos en el mar balear. El próximo martes se discutirá una moción socialista en el Parlament.

Todo comenzó con una de sus intervenciones en el debate de la nación, concretamente la respuesta de Rajoy a un diputado canario que le preguntó sobre las prospecciones.

Rajoy justificó las prospecciones petrolíferas siempre que superen los «rigurosos» trámites a los que están obligadas para conseguir los permisos tanto de investigación previa como de posterior explotación.

Tras recordar que España es un país «pobre en hidrocarburos» y que tiene la balanza energética más deficitaria de toda Europa, Rajoy explicó que eso conlleva una energía muy cara que afecta a la competitividad de la economía canaria y de toda España.

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