El Sindicat de Treballadores i Treballadors-Intersindical de les Illes Balears (STEI) ha pedido a la Conselleria d’Educació del Govern balear que se retiren las placas de uralita que aún persisten en 35 centros de Balears.

Dos de ellos están ubicados en Eivissa, los institutos Sa Blanca Dona e Isidor Macabich. Según Pere Lomas, representante del sindicato en la mayor de las Pitiüses, «se trata de centros construidos a finales de los años 70 y primeros de los años 80 del siglo pasado que aún no se han podido adecuar a los nuevos tiempos dejando estas placas en los techos de su entrada o en los accesos al patio sin que posiblemente sepan que pueden causar perjuicios a la salud de los alumnos, padres y profesores».

Concretamente, Lomas aseguró ayer a Ultima Hora que «estas placas contienen amianto y un conjunto de silicatos fibrosos que pueden liberar sustancias tóxicas cuando se deterioran». Incluso, el representante de STEI fue mucho más allá: «Según la Agencia Europea de Medio ambiente, el amianto provoca mesotelioma, un cáncer maligno que se desarrolla en los pulmones y que puede provocar en Europa cerca de 400.000 muertos de aquí a 2035».

Según Lomas, la verdadera culpable de que no se hayan retirado todavía estas placas es la propia Conselleria d’Educació que «tiene la mente más centrada en solucionar cosas trivales que aquellas que realmente pueden poner en peligro a sus ciudadanos».

Algo que, según Pere Lomas, también refleja «el nulo interés de la conselleria» por mejorar las «graves deficiencias» que arrastran los centros baleares por los constantes recortes de presupuesto. «Ya estamos cansados de hacerle llegar cada curso a la Conselleria d’Educació nuestras peticiones para que se arreglen los rastros de humedades, las goteras, los pisos en mal estado que provocan charcos, las ventanas con los cierres rotos, los problemas de iluminación o las persionas dañadas», concluyó.