Sant Josep no pudo disfrutar el miércoles, día grande de sus fiestas patronales, de los fuegos artificiales debido a la ausencia de los bomberos del Consell d’Eivissa, un requisito imprescindible para llevar a cabo el espectáculo.

No obstante, desde la corporación municipal anunciaron ayer que los fuegos se celebrarán mañana a las once de la noche «coincidiendo con la Fiesta Flower programada para la noche, después de que el espectáculo tuviera que ser suspendidos debido a que los bomberos no estaban presentes a la hora programada para ello».

El Ayuntamiento explicó que se produjo «un malentendido en la interpretación de la solicitud enviada al Consell por un ingeniero en nombre del Ayuntamiento de Sant Josep para el traslado del Plan de Seguridad del espectáculo al cuerpo de bomberos provocó que no se tramitase la necesaria solicitud para que acudieran al acto».

Algunas personas protestaron, ya que en el programa oficial de fiestas los fuegos artificiales estaban previstos para la medianoche y mucha gente se quedó esperando el comienzo del espectáculo, que finalmente no llegó.

Por lo demás, el programa de fiestas se cumplió a la perfección en el día grande de Sant Josep. A lo largo del día, cientos de personas volvieron a llenar un año más Sant Josep para celebrar la festividad de su patrón y el Día del Padre.

Los actos oficiales incluyeron la tradicional procesión, encabezada por el beato Francisco Palau, y por autoridades de la Isla.

Autoridades
Allí estuvieron el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra; la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí; la de Vila, Pilar Marí; y el de Santa Eulària; Vicent Marí.

También hubo ball pagès a cargo de la colla de Sant Josep de Sa Talaia, y el también tradicional reparto de vi y orelletes, que volvió a causar furor entre los presentes.