Iñaki Urdangarin ha dirigido un escrito al juez instructor del ‘caso Nóos’, José Castro, a través de su abogado, Mario Pascual, en el que insiste en que todos sus ingresos son lícitos «y de imposible blanqueo».

El yerno del Rey se defiende con argumentos jurídicos, expuestos en diez folios, de la pretensión de la acusación popular ejercida en la causa por Manos Limpias, de que comparezca por un delito de autoblanqueo de capitales, además de otros ilícitos penales que recaen sobre él.

La petición de Manos Limpias ya ha sido rechazada por el juez y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach.

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«El escrito de la acusación popular no podría admitirse ni siquiera indiciariamente», explica el letrado de Urdangarin, «porque no se concretan los hechos que se pretende imputar».

Añade que la acusación popular no incluye el «delito antecedente» necesario para la existencia de la figura del blanqueo, ya que «no se sabe qué delito fiscal es el que se imputa». También, el abogado afirma desconocer qué ingresos son los considerados ilícitos para «poder ser recriminables a mi mandante», y, asimismo, se pregunta que cuál era la composición del patrimonio personal (de Urdangarin) para discernir qué parte del mismo «se ha beneficiado, supuestamente, por el no pago a la Hacienda Pública de la parte del IRPF de los años 2007 y 2008». El letrado insiste en que todos los ingresos de su cliente son los que provenían de su actividad profesional en diversas empresas, y que los mismos fueron destinados a las arcas de Aizoon, la sociedad cuya titularidad comparte con su esposa, la infanta Cristina.

La hija menor del Rey, según Europa Press, solicitó al juez los extractos bancarios de varias de sus cuentas que han sido aportados por La Caixa a petición del magistrado, al aseverar que hasta el momento no ha tenido acceso a estos movimientos, según exponen sus abogados Miquel Roca y Jesús-María Silva y Jaume Riutord.