La propuesta de reducir diputados en el Parlament tiene consecuencias políticas, más allá del ahorro económico de 11 millones por legislatura que defiende el president José Ramón Bauzá. Un Parlament con menos diputados refuerza a los gruesos mayoritarios y podría provocar cambios en los resultados electorales.

De hecho, si el Parlament hubiera tenido 43 diputados en lugar de 59, en dos legislaturas habría habido cambios muy importantes. En la de 1995, el PP mantendría la mayoría absoluta en el Parlament, pero el cambio sustancial se habría dado en el Consell de Mallorca. El PP habría conseguido 13 de los 24 diputados, es decir, la mayoría absoluta.

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