Los vecinos de sa Carroca y Sant Jordi también protestaron hace unos meses regalando agua embotellada.

Los vecinos de Platja d’en Bossa, de los municipios de Vila y Sant Josep, han denunciado ante la Unión de Consumidores de Eivissa y Formentera (UCE) «los problemas de suministro y mala la calidad del agua potable que los dos ayuntamientos están suministrando en dicha zona». Junto a las denuncias, han presentado más de 400 firmas de los habitantes de Platja d’en Bossa, que fueron entregadas a los dos equipos de gobierno exigiéndoles explicaciones y compensaciones para una situación que consideran «injusta e ilegal», según informó ayer la Unión de Consumidores.

La UCE destacó en un comunicado que «el suministro del agua potable es de competencia municipal, aunque la gestión la realice una empresa privada a través de una concesión». Por ello, la agrupación criticó que, ante las denuncias presentadas por los vecinos en ambos consistorios el pasado mes de febrero, las instituciones respondieron echando la culpa a la empresa concesionaria del servicio, Aqualia S.A.

«No se lo toman en serio»

«Los responsables de los dos ayuntamientos cargan la responsabilidad de la mala calidad y suministro de agua a la empresa concesionaria, quitándose de en medio sin ofrecer soluciones ni siquiera a corto o medio plazo de los problemas que ocasionan a los vecinos de la zona afectada, escudándose en una serie de sentencias que no reflejan la responsabilidad de unos gestores públicos, por elección, delante de los ciudadanos y ciudadanas a los que representan y deben dar respuesta solucionando y mejorando los servicios que deben prestarles», reclamó la unión de consumidores pitiusos.

Para la UCE, «los responsables políticos de las dos instituciones no se toman muy en serio el problema que tienen los vecinos de la zona de Platja d’en Bossa y no realizan acciones encaminadas a solucionar esta grave situación». «Mientras tanto, los vecinos pagan como buena agua de mala calidad que no pueden usar para la mayoría de utilidades de una familia como cocinar, beber, y encima les estropea los grifos, tuberías, lavadoras, lavavajillas, termos y calentadores de agua, ocasionándoles gastos extras en la compra de aguas envasadas para el consumo humano y el cambio continuo de electrodomésticos que funcionan con agua», señala la entidad. También añade que padecen «poca presión en el suministro, sobre todo en verano, que obliga a la inversión en elementos de grupos de presión de agua». Para todos estos «quebrantos económicos» los vecinos exigen «compensaciones».