Imagen del beach club de Tagomago el verano pasado, un establecimiento que se dirige a gente VIP. | Redacción Local

El proyecto que el empresario alemán Matthias Kühn presentó a las autoridades para ampliar el beach club de Tagomago (esta semana le dio el visto bueno Xarxa Natura del Govern) justifica la instalación de cinco puntos de fondeo para barcos con la finalidad de «observar» aves e impulsar la «protección medioambiental».
En concreto, el empresario pide dos puntos de fondeo en la cala del Port para permitir el desembarco de personas autorizadas con el fin de impulsar la «protección medioambiental de las especies y hábitats presentes en la isla». Los otros tres puntos de anclaje, que solicita para la zona de l’Olla de Tramuntana, están pensados para «embarcaciones para la observación de la fauna, en particular de la pardela balear, el corb marí y el halcón eleonora (falcó marí)». Estos fondeos son de hormigón y el proyecto quiere colocarlos sobre posidonia, «hábitat prioritario protegido por directiva europea». Así lo refleja en su informe el técnico de medio ambiente de Santa Eulària, que relata también los otros elementos que pide el empresario y a los que ha dado su visto bueno el subcomité Xarxa Natura, dependiente de Medi Ambient del Govern.
Solárium
Kühn propone también una plataforma flotante de 45 m2 realizada con módulos prefabricados. Según el proyecto, esto servirá para «transportar material o maquinaria de construcción a la isla» y no como punto de atraque de barcos. Asimismo, se solicitan 13 mesas, 78 sillas y dos baños hidrosanitarios para uso gratuito de los que visiten la isla. También se ha autorizado la instalación de una plataforma solárium adjunta al quiosco de 60,5 m2.
En la inspección que hizo el Ayuntamiento de Santa Eulària el 19 de mayo observó que varios de los elementos para los que el empresario alemán había pedido permiso, como los dos baños o los fondeos (cinco boyas en el puerto, una en Olla de Tramuntana), ya estaban instalados pese a no estar autorizados. También comprobaron que hay una tubería que lleva directamente el contenido de los baños al mar. Asimismo, vieron dos embarcaciones sin identificación amarradas, una moto acuática, una cámara de videovigilancia enfocando al dominio público y un cartel informativo de privacidad de paso. También detectaron la presencia de residuos en el muelle de tipo doméstico, además de restos de materiales de obra.
Los técnicos advirtieron de que el balizamiento entre las boyas y la plataforma, el depósito de aguas y el decantador de fecales de los baños no tienen concesión ni se ha pedido nada al respecto. De hecho, los sanitarios «tienen el potencial de tirar aguas residuales al mar», algo que necesita «autorización de la adminisstración competente y puede suponer impactos sobre el medio no previstos en los proyectos». Por otro lado, el informe jurídico señala que si la eliminación de aguas residuales no está garantizada se podría declarar la «caducidad del título administrativo». También advierte de que las mesas y sillas solicitadas «no caben» en la zona donde se pretenden ubicar.
Los Juzgados están investigando todas las obras de Tagomago, algo que denunció en su día el Ayuntamiento, que también ha enviado este informe a Fiscalía.