Imagen de archivo de una fiesta realizada a bordo. | U.H. TILLATE.ES

El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, recibió ayer a tres vecinos de Platja d’en Bossa, que le trasladaron la problemática y el «desbarajuste» que viven a diario debido a los ruidos que provienen de hoteles musicales, beach clubs y party boats, según explicó Julio Herranz, uno de los afectados.

Desde el Consell d’Eivissa apuntaron que el presidente del Consell ha explicado que los ruidos que provienen de los establecimientos son competencia municipal «y es a los ayuntamientos a quien le corresponde hacer las sonometrías e iniciar, en su caso, los procedimientos sancionadores». En el caso de las boat parties, Serra aseguró que el Consell no tiene ninguna competencia, «si bien ha sido la institución que ha impulsado reuniones de coordinación para intentar arreglar esta problemática». Asimismo, también informó de que la Direcció General de Ports i Aeroports está trabajando en un protocolo para «clarificar» quién es competente en cada tipo de cuestión y en cada caso. «Este protocolo ya está bastante avanzado, a pesar de que aún falta que las administraciones lo acepten y asuman cuál es la tarea de cada una», indicaron desde la máxima institución.

Por último, Vicent Serra se comprometió a poner en conocimiento de los ayuntamientos, en especial de Vila y de Sant Josep, la problemática de los establecimientos que causan molestias.

Herranz, por su parte, indicó que las sanciones que se imponen a los establecimientos son tan nimias «que no son una medida de castigo y no tienen ninguna efectividad». Los vecinos señalaron tener una sensación de «impotencia por la impunidad que existe y por el incumplimiento de las normas reales de ruidos y aforos». «Parece que como es verano hay que hacer caja y se permite todo y mientras el ciudadano que se siente impotente solo tiene el derecho al pataleo», concluyó Herranz.