De izquierda a derecha Mari Angels Marí, portavoz de la Alianza, Julio Barea, responsable de campaña de la organización y Joel Stewart, capitán del barco | GERMAN G. LAMA

Greenpeace explicó ayer por la mañana en el puerto de Eivissa a bordo de su emblemática embarcación Rainbow Warrior los pormenores de su campaña ‘Petróleo No, ni aquí ni allí’, ideada en colaboración con Alianza Mar Blava para impedir las prospecciones petrolíferas que quiere llevar a cabo la empresa escocesa Cairn Energy en aguas de Balears.

La mayor parte de la intervención del responsable de esta campaña, Julio Barea, giró sobre la idea de que «no es necesario el petróleo para sobrevivir y que otro modelo energético es posible». «Nuestro grave problema es la inmensa dependencia que tenemos de los hidrocarburos y los combustibles fósiles que son los que causan los efectos del cambio climático que a final de siglo nos llevarán a una situación catastrófica», denunció el propio Barea.

Por ello, desde Greenpeace se propuso ayer una alternativa «que no pasa por llevar a cabo prospecciones petrolíferas que tienen unos impactos medioambientales, sociales y económicos totalmente inasumibles por nuestro país sino por cambiar hacia un modelo eficiente y cien por cien renovable ya que Eivissa es el Golfo Pérsico de las energías renovables con sus horas de sol, viento y mareas».

Según el responsable de la organización medioambiental «nadie puede decir que esta es una apuesta cara e imposible» porque sus propios estudios demuestran que «España podría abastecerse diez veces más en el año 2050 sólo empleando energías renovables, y en Europa, se ahorrarían al año 200.000 millones de euros y crear de aquí al año 2020, 1.400.000 puestos de trabajo».

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