«En la boda de mi hija me picó el gusanillo de las rancheras»

Pocas veces exíste la oportunidad de conocer a un personaje tan polífacetico como “El Mariachi”. José Javier Cantero era protésico dental en San Sebastián. Llegó a la Isla en el año 1997 y se enamoró de ella, por lo que decidió abrir una clinica dental. Durante ocho años estuvo a caballo entre la península y Eivissa para poder conseguir un colchón económico en el que respaldarse hasta su jubilación y dedicarse enteramente a su hobbie.
Al contrario de lo que puede parecer, Cantero lleva la música en la sangre. Se pasó su juventud cantando en las verbenas de los pueblos hasta que nació su hija: «La vida de bohemio era ideal para mí, pero no para mi familia» declara el artista. «Fue, justamente, en la boda de mi hija donde me picó el gusanillo por las rancheras” continúa explicando.
Durante la celebración del convite, un hombre vestido de mariachi apareció pegando tiros. José Javier se quedó asombrado con el espectáculo que ofreció. Desde ese momento comenzó a investigar cómo estaba el panorama musical en el momento para retomar su pasión de cantante y, ¿por qué no?, atreverse con algo nuevo. «Yo hacía treinta años que no estaba en contacto con la música y no sabía como tenia que hacer para comenzar mis propias producciones» apunta. «Me fuí informando y contacté con Musicasa, una tienda de música de las Baleares, donde me proporcionaron todo lo necesario para retomar mi pasión por la música”. ‘El Mariachi’ no se lo pensó y se fue de vacaciones a Cancún donde se compró su primer traje y consiguió varios cd’s multipista, material que utilizaría para crear sus melodías. Desde ese momento dedica su vida a hacer espectáculos en bodas, bautizos, comuniones y fiestas privadas. Actualmente, podemos verlo en el Hotel Algarb de Ibiza donde actúa dos días a la semana.