Buen ambiente y buenos alimentos para celebrar el día grande de la localidad. g Foto: TONI ESCOBAR | Toni Escobar

Las Fiestas de Es Canar vivieron ayer su día grande con motivo de la festividad de Sant Cristófol, patrón y protector de viajeros, marineros, automovilistas y conductores en general. A las doce del mediodía, un centenar de vecinos de este pequeño núcleo urbano se congregaron en la humilde capilla dedicada a este santo, donde el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, ofició una solemne misa acompañado por el párroco de Sant Carles, Vicent Tur Ribas. El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, el presidente isleño del Partido Popular y diputado en el Parlament balear, Miquel Jerez, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí y un buen número de concejales del municipio ocuparon las butacas destinadas a las autoridades, mientras que el coro de Sant Carles amenizó la misa con sus cantos.

Durante la homilía, el obispo recordó la figura de Sant Cristófol, que dedicó su vida como porteador en un río y que murió martirizado por su fe cristiana, e instó a los vecinos a reforzar su compromiso para cumplir normas de tráfico y no dejarse llevar "por los nervios o las distracciones" y así evitar los peligros que encierran las carreteras.

Tras el acto religioso, los vecinos disfrutaron de un modesto aperitivo para contemplar inmediatamente el tradicional desfile carros, que contó con la participación de una docena de plaustros, adornados para la ocasión, a la que se sumaron tres jinetes. A su paso por la iglesia, todos ellos recibieron la bendición del obispo.

Tras la vistosa comitiva de forcaces, los actos de festejo continuaron con una gran paella que tuvo lugar en la pineda ubicada tras la playa, donde se sirvieron hasta 140 platos para otros tantos comensales. Algunos echaron en falta el concurso de paellas que se venía celebrando años atrás, pero sin duda todos los invitados pudieron gozar con el ágape que ofreció el restaurante Cas Pagès.

Muy cerca de allí y durante toda la jornada, 14 puestos de productos locales y artesanales instalados en la playa de Es Canar sorprendieron a visitantes y curiosos. Así, Jane, una turista holandesa, quedó fascinada por los senallons y las castanyoles que exponían algunos de los puestos, se mostró sorprendida por la cantidad de horas de trabajo que suponen y que encarecen su precio- y a la vez lamentaba que un mercado «tan especial como este solo pudiera disfrutarlo por un día».

Por su parte, el concejal de Fiesta del municipio, Salvador Losa, valoró muy positivamente la participación de "vecinos, turistas y visitantes" en los distintos actos programados y destacó precisamente el "especial encanto y la buena acogida" que recibió el mercado artesanal, una iniciativa que se incorporó el año pasado y que manifestó que se tratará de mantener en próximas ediciones.

Ya por la noche, los vecinos pudieron deleitarse con un desfile de la Banda Municipal de Santa Eulària, que marchó por las principales calles de la localidad, y con la muestra de baile folclórico a cargo de Sa Colla de Sant Carles, que actuó en el puerto. Los actos programados siguieron con música en vivo, que animó al personal e hizo de prolegómeno de la gran traca final que supusieron los fuegos artificiales, ya a medianoche, para cerrar unas fiestas que cada año rinden homenaje a su patrón y que alegran este pequeño rincón de la isla en plena temporada.