Las desavenencias que se vienen produciendo durante toda la legislatura en el Ayuntamiento de Vila podrían tener graves consecuencias; una de ellas, que se ponga en riesgo el título de ciudad Patrimonio de la Humanidad que la Unesco concedió en 1999.

Según reconoció la hasta ahora concejala de Cultura, Patrimonio y Fiestas, Lina Sansano, el mismo día en que se anunciaba su dimisión, su departamento no cuenta con los recursos suficientes para elaborar el plan de gestión que las ciudades con el citado reconocimiento deben remitir a la UNESCO, y en el que se debe explicar detalladamente cómo y con que recursos se van a seguir preservando los elementos históricos y patrimoniales.

En el caso de Vila, la fecha marcada en rojo en el calendario es febrero de 2015, cuando se reunirá la asamblea de este organismo. Para entonces, el Ayuntamiento deberá haber finalizado dicho plan o al menos demostrar que lo tiene avanzado. Si los dirigentes municipales quieren llegar a tiempo, deben entregar el documento ante el Gobierno español en noviembre, ya que éste lo tiene que revisar y, como interlocutor válido, presentarlo ante la asamblea.