El equipo de urología está formado por Thomas Waekerle, Diego Alonso, Lorena Fernández y Fernando García. g Foto: I. SALA

La renovación del servicio de urología durante el último año se ha completado con el traslado de las consultas al nuevo hospital Can Misses. Es una de las especialidades que desde el pasado 7 de julio se han puesto en marcha en el bloque B de consultas externas del nuevo centro, con el que duplicarán el espacio que tenían en el antiguo Can Misses. En concreto, el servicio pasa de tener dos consultas a cuatro más amplias. Dos de ellas se convierten en gabinetes para hacer cirugía menor, que antes se realizaba en el quirófano, lo que permitirá «reducir la lista de espera, atender con más rapidez a los pacientes y dar una atención más personalizada, a la vez que liberará el uso del quirófano para otras especialidades», explicó el jefe del servicio de urología, Fernando García Montes, que, además, destacó que con la mayor amplitud de espacio también podrán realizar «consultas de alta resolución», donde un número elevado de pacientes, con patologías urgentes, podrán recibir el diagnóstico e incluso la intervención en la misma consulta.

García destacó que la mejora no es solo en el espacio, sino también en el nuevo material, que es «de última generación». En este aspecto destacó los dos nuevos ecógrafos, que mejorarán la calidad de la imagen y, por tanto, la precisión; y sobre todo la adquisición de un aparato láser que les permitirá resolver el «100% de los casos de litiasis». «Los instrumentos que tenemos ahora nos permiten romper y sacar el 90% de las piedras del riñón, con el láser podremos absorber todos los casos», anunció el urólogo.

Centro de referencia

La renovación del equipo y del material tecnológico también ha permitido introducir en el último año nuevas técnicas en litiasis (cirugía percutania, uroteroscopia flexible y extracciones laparoscópicas) y en oncología (cirugía mínimamente invasiva de cánceres de riñón, próstata y vejiga), además de poner en marcha la urología reconstructiva de la uretra y la colocación de esfínteres urinarios artificiales. Según el urólogo, en esta última técnica, «el hospital se ha convertido desde el año pasado en un centro de referencia europeo». Desde el Área de Salud se considera que García es una «eminencia» en este tipo de implantes y está previsto que realice cursos nacionales e internacionales en las nuevas instalaciones, aprovechando el quirófano integrado del nuevo hospital para formar a cirujanos en esta técnica.

El equipo de urología, formado por cuatro médicos, atiende a 200 pacientes a la semana y según el jefe de urología, «salvo en los trasplantes renales», ofrecen el mismo servicio que «en cualquier otro hospital de España».

Por último, García también destacó el trabajo de su antecesor, Nizar Moufflak, que se jubiló hace un año y que fue el encargado de «establecer los materiales que se necesitaban en el nuevo hospital».