Un turista aprovecha el agua de los amarres para refrescarse y aplacar un poco el calor, ayer en el puerto de Sant Antoni. | Toni Escobar

Agua, refrescos, abanicos, sombreros, ayer nada fue suficiente para paliar el calor extremo que sufrió Eivissa y Formentera.

Las Illes Balears estuvieron en alerta amarilla por altas temperaturas, con máximas de 34 grados en Eivissa y Menorca, y de 37 en Mallorca.

El riesgo de incendio en Eivissa fue declarado extremo en la zona norte de Eivissa, concretamente en los alrededores de Sant Joan y Portinatx, y en Sant Antoni. En Vila y los alrededores de Santa Eulària el riesgo fue alto y en el resto de la isla muy alto. Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recordaron que en está época del año está terminantemente prohibida las quemas de rastrojos.

A las 20,00 horas de ayer la alerta amarilla fue desactivada y el nivel de riesgo de incendió bajó.