La estampa de playas vacías por mal tiempo y chiringuitos sin nadie contrastó con el gentío de las calles y los atascos generados en la carretera.

La segunda quincena de agosto arrancó ayer con una jornada marcada por la alerta amarilla decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para las Pitiüses, buena parte de Mallorca y del este de Cataluña. Precisamente, el de ayer fue el primer día de lluvia en todos los meses de verano, algo que dio un respiro al campo ibicenco y bajó el riesgo de incendio por sequía.

Los planes de turistas ávidos de sol y buen tiempo se vieron ayer truncados por la lluvia intermitente y en algunos casos chaparrones que sorprendieron a más de uno. Precisamente, esta jornada de lluvias coincidió con el día de mayor movimiento en el aeropuerto pitiuso con un total de 1.260 vuelos y 160.554 pasajeros. La afluencia de gente se dejó notar, como suele ser habitual cuando llueve, en las carreteras y en el centro de la ciudad, así como por Dalt Vila, donde los visitantes aprovecharon para conocer a pie la parte más histórica de la isla.

Según aparece reflejado en la página web de la Aemet, el aviso amarillo por lluvias hoy estará desactivado. Precisamente, para esta jornada se espera que vuelva a lucir el sol y no existe probabilidad de lluvia, según aparece en la citada web. Las temperaturas mínimas rondarán los 20º, mientras que las máximas estarán cercanas a los 29º durante todo el día.