Abel Matutes junto a su mujer, sus cuatro hijos, y tres de sus nietas tras finalizar el acto de entrega de las Medallas de Oro de la ciudad de Eivissa. | (c) Sergio G. Canizares

El empresario Abel Matutes parafraseó anoche al recientemente fallecido futbolista Alfredo Di Stéfano al recoger la Medalla de Oro de la ciudad de Eivissa: «No sé si la merezco, pero la trinco». Sin embargo, en su discurso Matutes reivindicó la concesión por parte del Ayuntamiento de Vila de esta distinción: «La merezco porque a lo largo de mi vida, hiciera lo que hiciese y estuviera donde estuviese, siempre he obrado en mi condición de ibicenco, expatriado, marinero en tierra, pero siempre pensando en Ibiza. Unas veces habré acertado y otras no, pero siempre he tenido vivo en mi espíritu y en mis actos, mi condición de ibicenco».

Matutes agradeció «la honrosa distinción que se me libra» a la actual Corporación «y a sus exalcaldesas y exconcejales». Y es que fue el anterior equipo de gobierno el que propuso al empresario como galardonado.
También tuvo Matutes un recuerdo para su familia, en especial su mujer Nieves, «que ha levantado una familia como Dios manda, a pesar de mis ausencias», señaló Matutes. El empresario también ser dirigió en su discurso a los ciudadanos para recordarles que «gracias al trabajo y los sacrificios de todos ellos, hoy disfrutamos en Ibiza de un nivel y una calidad de vida que nunca antes habíamos conocido».

El empresario, que estuvo arropado por sus hijos y su mujer, dejó un mensaje para el final: «Sólo nuestro trabajo y nuestra capacidad, nos permitirá legar a nuestros hijos una Ibiza mejor que la que nosotros heredamos de nuestros ancestros, que no tuvieron las oportunidades de las que hemos gozado nosotros».