La sobrina de Pepita Escandell, Victoria Escandell; Joan y Josep Costa y Abel Matutes recibieron ayer la Medalla de Oro de Eivissa. | (c) Sergio G. Canizares

Con once días de retraso por culpa de la enésima crisis en el equipo de gobierno, el Ayuntamiento de Vila entregó ayer las Medallas de Oro de la institución, que este año han recaído –no sin polémica– en la Fonda Can Costa, al exministro y empresario Abel Matutes, y a la dramaturga Pepita Escandell a título póstumo.

La nueva alcaldesa de la ciudad, Virginia Marí, pidió perdón a los homenajeados por este retraso y agradeció «desde el corazón» a todos los ciudadanos que se esfuerzan «para conseguir que nuestra ciudad sea una ciudad mejor. Entre todos lo conseguiremos».

Marí reivindicó que cada vez que un ibicenco consigue un éxito, «lo conseguimos todos, tanto si es dentro o fuera de la isla, y el nombre de Eivissa se engrandece. Lo engrandece cada uno con su trabajo y su esfuerzo personal».
Virginia Marí se acordó en primer lugar de Pepita Escandell. «Para la posteridad nos queda poder disfrutar de su importante obra teatral, escrita en el más puro ibicenco tradicional. Pepita ‘Raios’ estará siempre en nuestro corazón», apuntó Marí, que recomendó obras como ‘Moros a la costa’, ‘Pagesos i senyors’, ‘Ses Frasquites’, ‘S’Oli de ratolí’, ‘Una de gatera’ o ‘Contrabando i novena’.