La puesta en marcha de la interconexión de las tres desaladoras de Eivissa, además de solucionar los problemas de abastecimiento de agua de la isla, permitiría preservar los acuíferos, que están bajo mínimos por la sequía y la alta demanda. «Si solo se consumiera agua desalada, aunque es más cara, se volverían a llenar los acuíferos y muy a la larga volverían las fuentes y los manantiales», aseguró el gerente de Aqualia en Balears, Eduardo del Castillo, que explicó que la zona más perjudicada es Sant Josep, donde los acuíferos «están exprimidos» porque la demanda ha aumentado, que sumado a la sequía que padece la isla, ha provocado que los pozos estén ya salinizados y, por tanto, la calidad del agua no sea buena. «Damos la cantidad de agua demandada por el Ayuntamiento de Sant Josep y podríamos dar más si la desaladora de Santa Eulària estuviera en marcha», apuntó.
Desaladoras para salvar los acuíferos
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