Operarios trabajando en la canalización de agua de la zona de Cala de Bou. | Daniel Espinosa

El Ayuntamiento de Sant Josep presentó ayer las obras de mejora que se están realizando en a zona de Cala de Bou para mejorar la presión del agua. La deficiencia afecta a centenares de vecinos del barrio josepí, sobre todo en la temporada estival, cuando la llegada masiva de turistas colapsa la red de suministro de agua.

La alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, junto con el primer teniente de alcalde, Vicent Torres, el concejal de Obras, Rafa Tur, y la concejala de Cala de Bou, Manoli Quintas, visitaron ‘in situ’ estas obras, que cuentan con un presupuesto de 72.000 euros. Los trabajos consisten en la instalación de un tramo de tubería que parte desde un depósito de la calle Jaén (al lado de las escuelas de Sant Agustí) hasta la calle Segovia, por lo que «se invierte la circulación del agua, que antes subía desde la Avenida Sant Agustí y ahora baja desde la parte norte de Cala de Bou», tal como explicó la alcaldesa, que aseguró que de esta forma los problemas de presión se verán solucionados.

El PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA ya avanzó la semana pasada el inicio de estas obras, adjudicadas a la empresa Hermanos Parrot S.L. y que tienen un tiempo de ejecución de cinco semanas. «En algunos tramos hay que cruzar la carretera y pensamos que no era mejor esperar a que acabara el mes de agosto cuando desciende el tráfico», especificó Neus Marí, quien recordó que se trata de una obra «muy demandada por los vecinos».

Asfaltado

El Ayuntamiento también presentó el proyecto de pavimentación que se ha realizado en las calles Salamanca, Ourense y parte de la calle Pontevedra. «Estas vías, que conectan la parte norte y sur de Cala de Bou, son muy importantes para la gente que lleva a los niños a las escuelas o al campo de fútbol de Sant Agustí», explicó la alcaldesa, que detalló que las obras se adjudicaron a la empresa Agloisa por 216.000 euros.

Además, el Consistorio ha transformado un solar municipal en aparcamiento entre las calles Lugo y La Rioja, que lleva funcionando desde el mes de julio.

Según explicó Marí, se trata de «una zona turística donde se necesitan aparcamientos», por lo que se «está funcionando muy bien». Las obras, con un coste de 26.000 euros, incluían el acondicionamiento del terreno, la instalación del alumbrado público y la reposición de la acera. Por último, el Ayuntamiento también ha instalado iluminación en un tramo de la calle Badajoz con una inversión de 10.000 euros y ha destinado otros 5.000 en la adecuación de un segundo aparcamiento en los alrededores de la calle Albacete.