Foto de archivo de la fachada de la central de la cadena hotelera Grupo Playa Sol. | Marco Torres

El titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma ha dictado un auto en el que adjudica los elementos, bienes y derechos de las sociedades que componen la empresa hotelera Grupo Playa Sol de Eivissa a Hiperion y Sunparty, la oferta propuesta por los administradores concursales.

El juez ha aceptado la propuesta combinada de Hiperion, gestora del negocio durante los últimos años, y la sociedad Inmobiliaria Sunparty Real Estate S.A., ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) en un comunicado.

La decisión se ha adoptado en el marco del procedimiento concursal que se tramita en el citado juzgado y que comenzó en 2010.

El auto establece la obligación de Hiperion de subrogarse los contratos de trabajo de la plantilla del grupo Playa Sol y hacerse cargo de los créditos originados.

La sociedad gestora Hiperion ha señalado al respecto en un comunicado que seguirá al frente de la gestión de los hoteles, y se subrogará en todos los contratos de trabajo, manteniendo íntegramente las condiciones y derechos de los trabajadores, se hará cargo de los créditos de proveedores y acreedores y además ha presentado un plan de viabilidad que prevé una inversión de 20 millones de euros para mejorar la calidad en los próximos años.

La sociedad inmobiliaria Sunparty, por su parte, se subroga toda la deuda con garantía hipotecaria, esto es alrededor de 280 millones de euros, y adicionalmente paga otros 12,5 millones de euros.

El auto no es firme, ya que cabe la posibilidad de que sea recurrido por las partes.

El grupo Playa Sol se encuentra en concurso de acreedores y bajo administración judicial desde que sus responsables fueran detenidos en junio de 2010 en una operación de la Fiscalía Anticorrupción por fraude fiscal.

Según la Agencia Tributaria, el grupo hotelero GPS, que explota 40 establecimientos y más de diez mil camas sobre todo en Eivissa pero también en Mallorca y Praga, con un volumen de negocio cercano a los 36 millones anuales, no ingresó cuota alguna correspondiente al Impuesto de Sociedades ni al IVA.

Para eludir la tributación, el conglomerado usaba más de trescientas sociedades diferentes a las que cambiaban constantemente de domicilio con el objeto de dificultar la adjudicación del beneficio empresarial a cualquier sociedad.

El dueño de la que fue la mayor compañía hotelera de Eivissa, Fernando Ferré, fue condenado en abril por fraude continuado a las haciendas estatal y autonómica y por vulnerar los derechos de trabajadores. Aceptó una condena de cárcel de 7 años y pagar de forma solidaria 11 millones de euros de multa y otro tanto en concepto de responsabilidad civil junto a su ex asesor fiscal, Josep Oller, condenado a 14 meses de prisión y otra multa de 11 millones.