Marí ya ha hablado con Bauzá y Company para arreglar el emisario de Talamanca. | (c) Sergio G. Canizares

La alcaldesa de Vila es una política atípica. Quizás es porque lleva poco tiempo en este mundo que, por otra parte, conoce de sobras. Virginia Marí Rennesson (Gemena, República Democrática del Congo, 1962) contesta todas las preguntas mirando a los ojos y sin andarse con rodeos. Siempre va de cara y ya ha dado un par de muestras de su fuerte carácter, aunque tampoco es difícil verla sonreír. Asegura que, pese a ser licenciada en Periodismo, tratar con la prensa es lo que menos le gusta de su trabajo como alcaldesa. Tampoco se siente cómoda posando para las fotografías «porque en casa soy yo quien hago las fotos».

—Lleva 50 días como alcaldesa de Vila. ¿Se arrepiente de haber aceptado este reto?

—No, en ningún momento. Cuando tomo una decisión la asumo y me pongo a trabajar.

—¿Qué objetivos se ha propuesto conseguir en los ocho meses que tiene por delante?

—A ver, ya dije el primer día que en ocho meses no se puede hacer mucho, y menos con unas elecciones en el horizonte. De todas maneras yo he venido a trabajar desde el primer día, creo que lo estoy demostrando. No he venido a perder el tiempo ni a hacer el paripé sino a intentar solucionar todo lo que me he encontrado encima de la mesa. ¿Objetivos? Primero, que haya calma y paz en el Ayuntamiento, porque estaba todo un poco raro.

—Sin embargo, está en minoría y la oposición no está por la labor de enmendarle la plana.

—No, ya declararon ellos que no estaban por la labor de ayudar, pero cada uno tiene que ser consecuente de las decisiones que toma y qué vota o no vota. Lo que pienso hacer es dialogar con todos, como ya se ha hecho con Sa Graduada. Se tiene que tomar una postura común, porque si no no hacemos nada. Sé la situación que me encuentro en los plenos.

—¿Cómo le dejó su antecesora en el cargo el Ayuntamiento? ¿Qué proyectos se ha encontrado sobre la mesa?

—Había proyectos desde el primer año, desde la época de Marienna [Sánchez-Jáuregui]. Hay muchas cosas que podrían acabarse. Pero claro, la voluntad de la oposición ya veremos cuál es, porque el PREF antes estaba con nosotros y ahora veo que votan en contra. A veces pienso que están votando en contra de sus propios proyectos porque, no nos equivoquemos, son proyectos de la época en la que ellos estaban. Que sean conscientes de lo que votan. Hay proyectos que podrían acabarse pero depende del consenso que haya.

—La oposición asegura que esta es una legislatura perdida, que en tres años se ha trabajado poco y la ciudad está peor que en 2011. ¿Piensa lo mismo?

—No, no lo creo. Hay muchos proyectos que estaban a punto pero la situación ha sido la que ha sido. Me estoy poniendo al día de todo y me gustaría intentar sacarlos adelante, sobre todo los que benefician al ciudadano como arreglar la plaza del Parque, el tema de basuras... y no sé, depende del apoyo que tengamos en el pleno, porque en el del otro día se vio que no hay muchas ganas de cooperar. Que después no engañen al ciudadano.

—¿Cuáles cree que son los principales problemas de Vila?

—El de la limpieza, ya lo dije cuando entré. También está la seguridad, el tema de la desratización y desinfección, en el que estamos acompañando a la empresa a realizar las campañas. Y luego también hay temas como los nuevos juzgados o los aparcamientos.

—¿Serán capaces de adjudicar la nueva contrata de limpieza esta legislatura?

—A ver, a mí me gustaría pero no depende sólo de mí sino de los plazos de los procedimientos administrativos. Si alguien pone un recurso hace prácticamente imposible adjudicarla antes, porque me dicen que quizás alguien presenta un recurso y, si pasa, nos lo retrasaría todo. Se están acabando los pliegos económicos y estamos trabajando en ello.

—¿Se ha iniciado el procedimiento para poder adjudicar el servicio del agua, cuya prórroga termina en 2015?

—También estamos trabando en este pliego, ya hemos tenido los primeros contactos.

—¿Qué puede hacer el Ayuntamiento para que la ciudad no se inunde como la semana pasada?

—La ciudad tiene un problema grave porque a ella llega el agua de todos sitios. Es prácticamente imposible que no se inunde, es muy difícil de solucionar porque estamos a nivel del mar. En la Marina, al lado del mar, había entre 40 y 50 centímetros de agua. Esto demuestra que es un problema muy grave. Cuando entré, de las primeras cosas que hice fue pedir que se limpiaran los imbornales porque si llovía todavía sería peor. Y menos mal que casi toda la ciudad estaba limpia. Otro problema es que se ha construido donde había torrentes y se han puesto barreras por donde pasa el agua, que tiene la fuerza que tiene. Igual no se tendría que haber dejado construir en sitios donde se sabe que toda la vida ha pasado el agua. El otro día [por el pasado jueves] yo estaba en la calle y tengo que agradecer el trabajo que hicieron la Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil, porque les vi actuar y es de agradecer.

—¿Qué está haciendo el Consistorio para reabrir la estación de autobuses?

—Como has dicho llevo pocos días y estoy intentando situarme. El Ayuntamiento no es sólo Cetis, Itusa, basuras... hay muchas cosas que hay que controlar. En cuanto al tema Cetis lo que estoy haciendo es escuchar a todas las partes –cada una con su versión–, revisar documentación y ver lo que se puede hacer. Ojalá algún día podamos entre todos llegar a un acuerdo para abrir la estación. No hay que olvidar que es un tema que lleva casi diez años y yo milagros no hago. No creo que pueda en uno o dos meses solucionar un tema que otros no han podido en diez años, lo que no quiere decir que no esté encima del tema. Voy teniendo reuniones con unos y con otros, nos juntamos los técnicos de todas las instituciones, con la concesionaria... e intentamos ver qué soluciones hay para poder abrirla, que es lo que creo quieren todos los ciudadanos.

—¿Hay mejor sintonía entre el Ayuntamiento y el Consell que en anteriores épocas?

—Creo que siempre ha habido la misma sintonía, pero tengo claro que ahora trabajo para el Ayuntamiento. Lo tengo claro, ellos que hagan su trabajo que yo haré el mío. Mi puesto ahora es este y tengo que hacer lo mejor para la ciudad de Eivissa, si me tengo que oponer a una decisión del Consell lo haré, no tengo ningún problema. En este sentido soy consciente de dónde soy y del compromiso que he adquirido con los ciudadanos de Vila.