Los operarios del Ayuntamiento de Sant Josep ya trabajaban para cambiar la arena por una superficie parecida al caucho. | (c) Sergio G. Canizares

Por fin parece que ahora sí los niños del colegio público de Sant Jordi ven la luz al final del túnel y podrán jugar sin riesgos después de Navidad.

Así al menos lo confirmó ayer a este periódico Pablo de la Fuente, presidente de la APIMA del centro, cuando aseguró que los técnicos del Ayuntamiento de Sant Josep ya han comenzado los trabajos para mejorar el parque infantil del colegio y que el Instituto de Infraestructuras y Servicios Educativos y Culturales (Ibisec) del Govern reformarán completamente el baño de Infantil y la vallas del patio.

En este sentido, de la Fuente comentó que el Consistorio ‘josepí’ ya está trabajando en sustituir la arena del parque infantil por un suelo de caucho que no provoca daño en los pequeños cuando se caen y que es «similar al que hay en los centros de juego públicos». Con ello, se intentará poner fin a los importantes problemas que originaba la fosa séptica que cruzaba desde los baños hasta la calle por debajo de la arena, provocando malos olores e incluso infecciones en algunos alumnos.

Por otro lado, el Ibisec también ha dado un paso adelante después de las protestas de los padres en los medios de comunicación. En este caso, según el presidente de la APIMA del colegio, este organismo dependiente del Govern aseguró a los padres y profesores que el proceso de sustitución de las vallas del patio, que están oxidadas y a punto de venirse abajo, «sería inminente» y que además, tenía en mente llevar a cabo una «reforma integral» del baño de infantil para, entre otras cosas, quitar las tarimas de madera antihigiénicas que hay instaladas justo debajo de los retretes y cambiar las ventanas que están a una altura que puede herir a los pequeños.

Sin embargo, Pablo de la Fuente aseguró que posiblemente estas obras se lleven a cabo durante la Navidad. «Aunque es algo que es muy necesario por la salud de nuestros hijos, ya nos da igual esperar un poco más y dejar que se hagan los trabajos cuando menos problemas causen a los profesores que dan clase o a los niños cuando jueguen», explicó ayer a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA.

Tanto la dirección como los padres de los cerca de 200 alumnos matriculados en el colegio de Sant Jordi llevaban denunciando las malas condiciones del parque infantil y del patio de primaria al Ayuntamiento de Sant Josep y a la Conselleria d’Educació desde 2006 y hasta el momento no habían sido testigos de ningún arreglo.

Tras cansarse de esperar, el pasado 30 de septiembre todos ellos se unieron y en un acto simbólico establecieron una barrera de protección en el parque infantil y en los laterales del patio con unas cintas de obra rojas y blancas. Un acto que, ahora sí, parece haber dado sus frutos.