La depuradora actual de Vila es insuficiente para atender la demanda de la población. | Marco Torres

El responsable autonómico de Medi Ambient se refirió ayer, durante la sesión plenaria del Parlament balear, a los vertidos descontrolados de la depuradora de Vila, después de que el socialista Xico Tarrés asegurara que en esta isla «estamos cansados» de la imagen de «porquería» que se traslada a los turistas.

Company salió al paso de las acusaciones anunciando que en las cuentas públicas del próximo año habrá presupuesto para licitar las depuradoras de Eivissa, una de las inversiones más reclamadas por las autoridades de la isla. «Tenemos un problema, lo vamos solventando como podemos», indicó el conseller, que acusó al diputado del PSOE-Pacte de «fomentar el odio entre Eivissa y Mallorca».

Tarrés denunció el incumplimiento del PP respecto a las inversiones en depuradoras, con una «enmienda fantasma» que ha tenido como resultado que «la porquería nos sale por las orejas».

El diputado progresista aseguró que la parálisis del proyecto de la nueva depuradora, que irá ubicada en Sa Coma, provoca una imagen turística negativa. «Es lamentable poner la bandera roja en una playa importante de nuestra isla porque la porquería no permite que ningún turista ponga un pie en el agua», criticó el socialista, ante lo que el conseller popular replicó que será que «su porquería no olerá» pero la playa de Talamanca también se cerró durante la pasada legislatura.

Ley agraria

Por otra parte, Company aseguró que el proyecto de ley agraria de la comunidad «no es urbanístico», pese a que, según afirmó, hay personas que «intentan hacer ver que es así».

También explicó que únicamente se permitirán actividades complementarias vinculadas a la actividad agraria «dentro de las edificaciones existentes», al ser preguntado sobre esta materia por el diputado del PSIB, Jaume Carbonero.

El parlamentario socialista acusó a Company de haber llevado a cabo «repetidos incumplimientos de la legislación estatal básica». Además, señaló que el proyecto de ley agraria está plagado de «indeterminaciones jurídicas y contradicciones».