La concejala Antonia Picó con los técnicos de Medio Ambiente y Litoral, ayer en es Figueral.

La playa de es Figueral acogió ayer un simulacro de derrame de aguas residuales, una actuación organizada por el Ayuntamiento de Santa Eulària con la colaboración del grupo hotelero Invisa y de Cruz Roja con el fin de evaluar los protocolos de actuación en casos de emergencia implantados específicamente en las playas con sello de calidad, según indicaron desde el Consistorio.

La simulación recreaba un vertido de las aguas residuales de una depuradora situada a escasos metros de la playa, en lo alto de un fuerte desnivel. El ejercicio preveía que los medios de prevención de la propia instalación no pudieran contener todo el material derramado y que la solución del problema tardas unos 20 minutos, de forma que hubiera tiempo para que una cantidad significativa de agua sucia llegara en la costa.

Mientras técnicos de Medio Ambiente y Litoral y Playas del Consistorio, así como la concejala de estos departamentos, Antonia Picó, se dirigían en primer lugar a la depuradora para evaluar la situación y coordinarse con su personal, miembros de Cruz Roja delimitaban la zona afectada y la Policía Local participaba en el dispositivo para evitar que los potenciales bañistas no respetaran las prohibiciones. El simulacro también ha servido para determinar las decisiones a tomar una vez parado el derrame, como el posible cierre de la playa o la necesidad de hacer análisis del agua cada pocas horas para determinar la evolución de la contaminación.