Foto de los participantes ayer en el taller que se impartió en el colegio de Sant Jordi. | (c) Sergio G. Canizares

La edad no importa cuando hay por medio imaginación, creatividad, piezas de Lego Mindstorm NXT, un ordenador y un programa informático específico. Y es que aunque parezca ciencia ficción l’Associació Robòtica d’Eivissa se empeña en conseguir que la mezcla de todo esto sirva para que unos pequeños robots cobren vida de forma sencilla.
Lo hacen en unos talleres de robótica, con niveles de iniciación y avanzado, que imparten los lunes y martes en el colegio Es Vedrà de Sant Agustí, los jueves en el centro C19 de Vila, los sábados en Jesús, y los miércoles, como ayer, en el colegio de Sant Jordi. «Todo es más sencillo de lo que parece a simple vista porque en el primer nivel todo se basa en imaginación, habilidad para construir con piezas y en aprender algo sobre un programa específico y muy intuitivo que permite determinar qué debe hacer nuestra máquina en cada situación», explicó David Solà, uno de coordinadores.
Robot en el primer día
Y es que según el propio Solà, aunque la mayoría de estos robots llevan ultrasonidos para captar la presencia de un objeto, infrarrojos, servos (unos dispositivos que permiten crear toda clase movimientos de una forma controlada) o bumpers (unos sensores para la detección de obstáculos por contacto directo), cada participante se puede llevar a casa su creación el primer día. «La intención es que los niños se enganchen a este mundo desde el principio y por eso hacemos todo lo posible para que en cinco o diez minutos puedan tener terminada su creación y puedan jugar con ella», aseguró el coordinador de los talleres.
Por ello, l’Associació Robòtica d’Eivissa anima a todos los jóvenes, desde los 8 a los 18 años, a participar en estos talleres. «Programar su propio robot ayuda a desarrollar su creatividad y su mente, puesto que tienen que emplear a fondo su inteligencia para saber qué instrucciones tienen que dar a su autómata en cada momento a través del programa informático», explicó el propio David Solà.
Y es que según los miembros de la asociación con cada creación se pueden hacer multitud de juegos, desde combates de sumo hasta competiciones de laberintos y siguelíneas. «Si se le coge el gusto, puedes conseguir que sea algo muy divertido con el que disfrutar en compañía de tus amigos, sin importar la edad que tengan», finalizó