«Jesús es un barrio dormitorio de Vila, la gente trabaja allí y viene a dormir aquí», explicó Bushe que reivindica más vida y más restaurantes de cocina ibicenca en la zona.
«La carretera de Cap Martinet y la carretera de Jesús divide el pueblo en tres y es por eso que necesitamos que se haga peatonal todo el núcleo urbano y los coches pasen por una circunvalación que rodee el pueblo», explicó el representante vecinal. Un proyecto que está previsto por el Ayuntamiento de Santa Eulària pero que Bushe no ve claro que se acabe llevando a cabo porque muchos comercios creen que perderán dinero si se peatonaliza la zona, «sin embrago seguramente será todo lo contrario porque la gente vendrá a pasear y a pasar el día como ha ocurrido con Santa Gertrudis», indicó el presidente que advirtió que «faltan aceras, hay mucho tráfico, nadie respeta el límite de velocidad y hay niños por la calle».
Bushe está muy contento con el Centro Cultural de Jesús, sin embargo teme que se quede abandonado, tiene claro que hay que llenarlo de vida y «hacer actividades como un mercadillo de Navidad, teatro, conciertos e incluso congresos de pequeñas dimensiones», manifestó.
El pueblo tiene dos playas, la de s’Estanyol y la de la zona de sa Punta. Según Bushe, en verano, sa Punta se llena de motos de agua con sus remolques y «lo ocupan todo y no dejan sitio para que la gente vaya a la playa y hacen mucho ruido», señaló, también pidió un control sobre los barcos que fondean allí: «Tendrían que controlar si tiene baños químicos o lo tiran todo al mar», dijo. Y, en cuanto a s’Estanyol, se quejó de las fiestas que hacen cuando cierran la playa a los bañistas, y además «no recogen la basura, encima que cierran la playa luego no la limpian», se quejó.
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