El conseller de Economia i Hisenda, Álex Minchiotti, en su despacho de la máxima institución insular . | Toni Escobar

Alex Minchiotti (Barcelona, 1973) se muestra muy satisfecho por el trabajo realizado en los tres años y medio de legislatura, en los que ha conseguido poner al día las cuentas del Consell d’Eivissa, una institución que se encontró «en quiebra».

—Ustedes han previsto casi 26 millones en inversiones para 2015, un 21% más que en los presupuestos de este año. ¿Por qué han esperado al año electoral para invertir tanto? ¿Por qué no se ha hecho antes?

—Es una coincidencia que el capítulo de inversiones empiece a crecer de manera significativa en el último año de legislatura, porque no lo hemos previsto así. Cuando entramos y encontramos la situación que había, pensamos que no sería lógico presupuestar determinadas inversiones cuando no podías hacer frente a lo básico, que son las nóminas o el gasto corriente. No se ha dedicado más dinero a inversión porque nos hemos pasado más de media legislatura pagando facturas y pidiendo [préstamos] ICO. Cuando te endeudas hay que pagar esta deuda y ahora es cuando estamos un poco más libres para hacer inversiones.

—¿Quién sale más beneficiado con estos presupuestos?

—Son los ciudadanos, porque el gasto que no va a los bancos crece un 17,7%. Este año y el pasado ya empezamos con la amortización de préstamos. Lo que hemos hecho es que el presupuesto de ingresos crece hasta los 81 millones, un 6%, pero el de gastos crece un 17%, porque dejamos de pagar mucho a los bancos. Este dinero se va en subvenciones, que crece un 52% y pasa de seis a nueve millones, mientras que las inversiones hacia los ayuntamientos lo hace en un 30%.

—¿Cuánto dinero debe el Consell d’Eivissa a los bancos?

—Unos siete millones, aproximadamente. Se ha reducido a la mitad en el último año, y de estos siete pagaremos este año 1,8 de amortización y 400.000 euros de intereses.

—¿Y a los proveedores?

—Estamos al día. Hemos enviado a Madrid el último informe de periodo medio de pago, que está en 12,7 días entre el Consell y las entidades que dependen de él.

—¿Estaba igual cuando entraron ustedes?

—No, el primer informe que me encontré en julio de 2011 estaba en 233 días de media, y con un importe de 2,5 millones de euros que se debían a los proveedores. Esta era la cuantía oficial, luego nos encontramos facturas en los cajones por valor de 1 millón de euros. La primera factura que tuve que pagar como conseller era de enero de 2010.

—Esta semana los trabajadores del Consorci Sociosanitari han protestado porque cobran tarde su nómina y se les debe el 25% de la paga extra de 2012, que debía haberse pagado antes del 1 de octubre. ¿Cómo está su situación?

—El problema que ha habido es que se preveía que la liquidación del Consorci Sociosanitari, y su pase al Govern, se produjera antes de las fechas en las que estamos. Con la nueva normativa no podemos pagar directamente al Consorci sino que tiene que ser el Govern o vía convenio a través de nosotros. Lo que ha pasado es que este convenio se ha quedado corto y estos meses no estaban contemplados en el convenio inicial. Hasta que no se amplíe el convenio no podemos pasar dinero al Consorci.

En cuanto a la paga extra, el 25% de la paga extra del personal funcionario está prevista en el presupuesto de 2015.

—Los ingresos del Consell dependen en mayor medida de las transferencias de otras instituciones...

—Un 89% de los ingresos vienen de otras administraciones, por esto la importancia de la Ley de Financiación, que es de las cosas más importantes que se ha conseguido en esta legislatura. Una de las líneas de trabajo que hemos seguido ha sido reducir a la mínima expresión el dinero que venga por convenios. Hemos intentado que todo el dinero venga por ley de financiamiento, en la que hemos incluido los dos convenios principales en cuanto a cantidad: el de carreteras y de discapacidad.

—¿Está contento con la nueva Ley de Financiación? ¿Recibiremos lo que nos toca?

—Estoy muy satisfecho con ella porque nos da una seguridad en la financiación que antes no teníamos y supone nueve millones de euros para el año que viene. En la legislatura, como no se pudo consensuar una ley, se crearon los anticipos que eran de 4,5 millones cada año. Ahora recibimos el doble que cuando los anticipos, que eran negociación política y no una ley. Que, por cierto, todavía no hemos cobrado los anticipos de 2009 y 2010. Hay nueve millones que la Ley de Financiación dice que el Govern nos los pagará cuando tenga liquidez. Este dinero no está cobrado y se lo gastaron en su momento. También quiero destacar que, además de que viene más dinero, no nos dicen en qué nos tenemos que gastar más dinero, por lo que el Consell es más libre.