El alcalde Vicent Marí, sentado frente al Ayuntamiento de Santa Eulària, todavía no ha decidido si continuará en política. | (c) Sergio G. Canizares

Vicent Marí Torres se conoce el Ayuntamiento de Santa Eulària como la palma de su mano. Lleva como alcalde desde 2007, pero ya en 1992 entró como interventor del Consistorio. Marí, mientras reflexiona sobre su continuidad en política, nos atiende para explicarnos cómo son los últimos presupuestos de la legislatura.

—El viernes aprobaron los presupuestos del año 2015 que tienen unas inversiones de 6,5 millones de euros. ¿Qué destacaría de las últimas cuentas de la legislatura?

—Son las últimas cuentas de la legislatura y de un proyecto que empezó el año 2007. Cierran un ciclo en el que se hizo una planificación para transformar el municipio. Se han llevado a cabo obras muy importantes y algunas más pequeñas que mejoran los barrios y diferentes zonas de Santa Eulària. Cierran un ciclo y abren otro. Este es un municipio que está creciendo, tanto en población como económicamente. Somos de los que más crecemos a nivel de población de Balears y el municipio que más empleo genera. En estos momentos la planta hotelera se está transformando, por lo que hay expectativas y futuro. Desde la administración tenemos que apoyar este cambio y hacer que nuestra imagen turística y la calidad de vida de los residentes sea la adecuada. Estamos consolidando el modelo turístico que siempre ha tenido Santa Eulària, que es el de la tranquilidad, calidad y turismo familiar. Además, estamos apostando por otros nuevos sectores de mercado como el turismo de congresos.

—Dice que se acaba un ciclo. ¿Qué balance hace de estos siete años y medio? ¿Deja el municipio como se lo imaginaba?

—Satisfactorio, tanto desde el punto de vista personal, como político e institucional. Este municipio ha avanzando y transformado mucho. Siempre quedan cosas por hacer, somos un municipio dinámico y hay que adaptarse a los tiempos y afrontar los nuevos retos. Evidentemente hay cosas que me hubiera gustado hacer y que no se han podido llevar a cabo, como la desaladora o la depuradora –que dependen del Govern y del Ministerio– que son dos proyectos que están encaminados, al igual que la carretera de Santa Eulària. Tenemos que seguir insistiendo para que sean una realidad cuanto antes porque son necesidades fundamentales para el municipio.

—¿Esta nueva etapa contará con usted?

— Siempre he dicho que antes de final de año diría si continúo en política. Sólo me planteo la política desde el punto de vista municipal. He disfrutado, he trabajado con muchas ganas e ilusión y he cumplido una etapa. Me tengo que plantear si tengo que abrir esta nueva etapa y antes de final de año comunicaré al partido y haré pública mi decisión. Son momentos políticos complicados, es una situación compleja, pero me gustan los retos. Las cosas fáciles no tienen tanto mérito como las complicadas. Ahora estoy en este periodo de reflexión.

—Entiendo que todavía no ha tomado una decisión.

—No, todavía tengo cosas en la cabeza que me dan vueltas. Tengo que poner en orden algunas cuestiones personales.

—¿No le atrae la política insular o a nivel balear?

— He estado en contacto con todas las capas políticas de la administración y estoy convencido de que no hay ningún cargo más satisfactorio y bonito que ser alcalde de tu municipio y de tus vecinos. Puede haber cargos con más rango, pero más importante que ser alcalde de tu municipio no lo hay.

—¿Qué le dice la gente en la calle?

—Los compañeros de partido y la gente más próxima me piden que haga un esfuerzo y continúe. Yo les agradezco la confianza y les he dicho que me tomo este tiempo de reflexión porque me siento respaldado y apoyado.

—Repasando los presupuestos se ve que Puig d’en Valls es la parroquia más beneficiada en cuanto a inversiones. ¿Es casual o algo querido?

—Suele ser habitual si tienes que hacer una obra importante un año toca a una parroquia y el otro a otra. Este año le ha tocado a Jesús, con la construcción del centro cultural, y en otros fue Sant Carles y Santa Eulària. Este año toca a Puig d’en Valls porque toca arreglar la entrada desde Muebles La Fábrica ampliándola con buenas aceras e iluminación, y con la posibilidad de un carril bici para que pueda conectar con Jesús o Vila. Creemos que es una inversión necesaria y solicitada por los vecinos. Hay otros proyectos que quizás no son tan importantes en lo económico pero sí que llegan a todos los rincones.