Loli Guijarro (izquierda) y Rosa Masip, en la cocina de la segunda, con algunos de los platos que iban a formar parte de su menú para la gran final del programa. | Toni Escobar

Loli Guijarro es Auxiliar Técnico Educativo. Rosa Masip es ama de casa y voluntaria de Cáritas. La primera es ibicenca y la segunda barcelonesa pero lleva 18 años en Eivissa. Una es más callada y reflexiva y la otra un terremoto de energía. Son muy distintas pero a las dos les une una misma pasión: la cocina. Eso y el haber sido las finalistas del programa Cuina i Guanya de IB3 representando a nuestra isla.

Su experiencia en la televisión les ha convertido en inseparables y ahora parecen amigas de toda la vida. Sin embargo, se encontraron por primera vez en Vila, durante el casting del programa. Rosa acudió por mediación de Paquita Sánchez, presidenta de la Casa de Extremadura en Eivissa, y Loli junto a su hija Sofía pensando que buscaban concursantes para Master Chef Junior. «Íbamos con la idea de que mi hija de nueve años fuera la protagonista pero cuando nos dijeron que sólo buscaban adultos me convencieron para que presentara la receta que ella había preparado y que eran unos pimientos rellenos de tortilla española con salmorejo», bromea Loli.

Finalmente sus dos platos convencieron al jurado y tras ser seleccionadas para representar a Eivissa en Cuina i Guanya vivieron tres días agotadores pero tambien inolvidables. En el programa participaban 27 pueblos de Balears, con dos concursantes cada uno, y sólo una pareja podría ganar los 6.000 euros del premio. «Todo fue muy rápido ya que desde que llegamos al aeropuerto el primer día hasta que la final todo se grabó casi sin respiro, con días enteros de rodaje, pero al final la experiencia es de las que te cambian la vida», explicó Rosa.

Cocina ibicenca

Aún así, Rosa y Loli demostraron saber superar la presión y ser magníficas cocineras. En la primera fase se impusieron a sus contrincantes de Ses Salines y Santa Margalida cocinando en veinte minutos un bogavante. En la siguiente, pusieron su primer toque ibicenco a sus platos al preparar calamares de potera rellenos de mar y montaña con un complemento de pan pagès, «del que áun nos piden la receta en Palma», y un flaò con zumo de frutas.

Con ello se ganaron al jurado y accedieron a semifinales. A pesar de un intensísimo día de rodaje sin apenas descanso, las dos cocineras ibicencas volvieron a triunfar. «Había que preparar un menú con palomo y leche, y nosotras cocinamos un plato combinado que tenía arroz con canela y las patas de palomo junto a las pechugas sobre una base de tomate confitado, y un postre con greixonera que nos salió para chuparse los dedos a pesar de que Loli estuvo toda la noche ensayando para que nos diera a hacerlo en el tiempo convenido», rie Rosa.

Y llegó la gran final junto a las parejas de Sant Llorenç des Cardassar y Palma. Desgraciadamente, un pequeño contratiempo con un ingrediente impidió a Rosa y Lali preparar su menú especial que incluía empanada tricolor con ajo blanco y un aromatizado de remolacha, un bullit de peix y una tartaleta de fruta con uvas. A pesar de ello fueron las protagonistas del momento más emotivos de Cuina i Guanya: «Un día dije en el programa que iba a destinar el dinero del premio a la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares (ASPANOB) así que cuando nos eliminaron la dirección sin que nadie lo supiera decidió donar mil euros a la asociación. Fue tan emocionante que no pude reprimir las lágrimas», concluye Lali.

Sin embargo, más allá de no haber ganado el concurso, estas dos cocineras amateur, que esconden fenómenos mediáticos en su interior, aseguran haber conseguido un premio aún mayor: «El habernos conocido».