El servicio de rehabilitación de Can Misses es el último que, de momento, se ha trasladado al nuevo hospital. Realizó el cambio de edificio la semana pasada, el 9 de diciembre, y ya trabajan con «total normalidad», a la espera de que llegue el nuevo material.

Los sanitarios destacan la mayor amplitud y la luminosidad, pero, sobre todo, que podrán realizar «tratamientos más completos», porque contarán con más aparatos de mesoterapia, láser u ondas de choque. No obstante, el jefe de sección de rehabilitación, Carlos Peláez, recuerda que también necesitarán más personal, ya que, actualmente son cuatro facultativos, tras la jubilación del anterior jefe de servicio, además de diez fisioterapeutas.

Servicios

Entre los objetivos marcados por el servicio destaca la incorporación de la fisioterapia cardiorespiratoria, que se sumará a la traumatológica, neurológica e infantil, que ya ofrecen en Can Misses. «Con este nuevo espacio, más amplio, intentaremos dar este servicio de rehabilitación respiratoria; estamos pendientes de la incorporación de nueva maquinaria y personal», explicó el fisioterapeuta, Ricardo Carbonell, que destacó que mejorarán en «servicio, atención y calidad».

En el nuevo hospital, el servicio de rehabilitación cuenta con cinco salas para despachos médicos, un gimnasio más amplio, una sala de incontinencia orinaria, un espacio donde se ubicará respiratoria, una sala infantil y otra de terapia ocupacional.

Febrero

El gerente del Área de Salud, Ignasi Casas, anunció que después de Navidad se hará el traslado del servicio de radiología, además de laboratorio y hospital de día oncológico. De esta manera, quedará concluido el traslado de la parte ambulatoria y el hospital Can Misses afrontará la parte de hospitalización, área quirúrgica y urgencias, ya al comienzo de año, para finalizar el traslado a las nuevas instalaciones en el mes de febrero.