Virginia Marí (Gemena, República Democrática del Congo, 1962) ya ha demostrado que es una alcaldesa más de hechos que de palabras. Lleva pocos meses en política pero le ha reconfortado tanto la experiencia que ha decidido liderar la lista del PP de Vila en las próximas elecciones municipales.

Cuatro meses después de asumir la alcaldía de Vila ha decidido ser la cabeza de lista de su partido en las próximas elecciones. ¿Por qué?

—Quizás porque hemos empezado en esto y he visto que hay mucha ilusión, está siendo un reto bonito e interesante. Es difícil, no le voy a engañar que cuando entramos fue duro, pero veo que podemos trabajar todos juntos. Tengo un equipo muy trabajador, con mucha ilusión y ganas. Y gracias a Dios, hay un equipo de funcionarios y personal laboral sin los que no seríamos nadie. Ya sabéis que pateo mucho la ciudad y mucha gente me preguntaba si me iba a presentar. No entraba en mis planes presentarme, pero quizás la presión de la gente y de los que me rodean han hecho que tome esta decisión y continuemos con este reto que hemos empezado. ¿Que el ciudadano me da la oportunidad? Bien. Si no me la da, seguiré luchando desde la oposición, no tengo miedo a no salir. Creo que es muy bonito trabajar para tu ciudad y espero que mi equipo siga acompañándome porque creo que es gente que trabaja muy duro y con ilusión.

¿Puso alguna condición al partido para aceptar ser la número uno?

—Una de las condiciones que sí he puesto es que la lista la quiero hacer yo, que sea gente de mi confianza. Lo necesito, no entiendo estas listas que se hacen sin la confianza de la persona que tira del carro. Tenemos que ser un equipo, yo sola no hago nada ni soy nadie sin ellos.

Por sus palabras entiendo que ya ha pensado en algunas personas.

—Sí, aparte de los que están conmigo ahora he pensado en más gente. Tengo alguna respuesta pero no voy a desvelar nada.

¿Una de estas personas es Lina Sansano, que dijo que en principio dejaría la política?

—De los que están conmigo ahora se lo he propuesto a todos. Es gente que se ha encontrado con una situación convulsa, pero hemos cogido el toro por los cuernos, estamos trabajando y por lo menos hay paz. Ahora ya nadie se acuerda de cómo estaban las cosas hace cuatro o cinco meses. Se lo he propuesto a todos pero todavía no me han contestado todavía. Tampoco hay prisa.

¿Le ha echado la bronca su padre por querer continuar?

—Mi padre se enteró el mismo día que lo decidí, fue de los últimos en enterarse, como siempre. No me ha dado su opinión, pero como cualquier padre él quiere que sus hijos estén bien, y mientras él me vea bien... Nos ha educado en que cada uno somos responsables de nuestros actos y no interferirá. Me podrá decir si le gusta más o le gusta menos, pero en este caso no me ha dicho nada. Tampoco tengo mucho tiempo de verle últimamente.

¿Cómo piensa convencer a los ciudadanos de Vila que pueden volver a confiar en el PP después de todos los problemas que han tenido en esta legislatura?

—Con trabajo, ilusión y honradez. La gente que me conoce ya sabe cómo soy y pongo la mano en el fuego por todos los de mi equipo.

¿Qué le parece su, a priori, principal rival: Rafa Ruiz?

—Todos me preguntáis lo mismo. Rafa es muy joven y tiene muchas ganas. Lleva tiempo aquí y conoce la administración y la política municipal más que yo, seguramente, que llevo menos tiempo. No voy a entrar en valoraciones de otro tipo, todos tenemos nuestra valía y un proyecto que llevar a cabo. Pero esta vez somos muchos: que cada uno presente sus proyectos y sus ideas y que el ciudadano decida en las urnas.

¿Aspira a sacar mayoría absoluta? Porque, como ha dicho, habrá más partidos y el voto estará más repartido

—No, no aspiro a mayoría absoluta. La situación es muy difícil, no nos vamos a engañar. Venimos de una legislatura muy dura para el Partido Popular en este municipio. Yo no sé si el ciudadano querrá evaluar otras cosas, pero es muy pronto para hacer valoraciones. Ahora bien, ¿que me gustaría seguir trabajando? Sí, las ganas y la ilusión están.

Hablemos del Ayuntamiento. Muchos no creían que fueran capaces de sacar adelante los presupuestos de 2015 estando en minoría. ¿Ha costado aceptar las propuestas de los grupos de la oposición para aprobarlos?

—No, muchas ya rondaban por nuestra cabeza. No nos engañemos, algunos ya venían de la misma onda, pero sí que se agradece la colaboración de todos. Los únicos que no hicieron propuestas son los socialistas. María [Fajarnés] y la interventora han hecho un trabajo excelente para poder llevar a cabo estos presupuestos que son, sobre todo, realistas ante un año difícil en el que va a haber elecciones. No vamos a atar a nadie con ningún proyecto porque no valía la pena. El que entre, con el remanente que hay y si seguimos pagando las facturas en plazo, lo podrá utilizar. Si hubiéramos proyectado grandes inversiones nos hubieran acusado de electoralistas; hemos preferido ser realistas, tener claro que somos siete [concejales] de 21 y que en mayo hay unas elecciones. El resto de partidos políticos ha visto que lo que queríamos era consensuar y no hacer ninguna locura.

¿Cómo se explica que de los 50 millones de presupuesto, solo 1,3 se destinan a inversiones directas?

—El Ayuntamiento tiene una serie de gastos y obligaciones desde hace muchos años. Todos somos conscientes de que la herencia que hay es bastante gorda, y nuestra intención es intentar amortizar la deuda y sanear el Ayuntamiento lo máximo posible. No es que no queramos invertir, sino que a medida que obtengamos recursos, habrá proyectos. El que entre podrá trabajar porque tendrá un remanente que, si seguimos con esta línea de pagos, podrá hacer cosas. Iremos trabajando hasta mayo en lo que sí sabemos que podemos hacer, en las actuaciones más urgentes.

¿Entiende que le critiquen porque haya dinero en la caja?

—El remanente hasta ahora no lo podíamos utilizar y ahora sí que podremos gracias a que en noviembre y diciembre hemos pagado a nuestros proveedores en plazo. Peor es muy difícil explicarle esto a los ciudadanos. Queda muy bien decir que hay 20 millones de remanente y nadie hace nada, pero las cosas hay que hacerlas bien y dentro de la ley.

Talamanca. ¿Qué está haciendo o hará el Consistorio para que no se tenga que cerrar la playa en verano?

—El Govern ya empieza a actuar y en enero empezarán a fijar el emisario. También pondrán la baliza al final de la tubería y supongo que las cubiertas en las zonas más erosionadas. También está el compromiso de que pongan la vigilancia en verano, espero que cumplan y, si no, pelearé por ella. Nosotros hemos iniciado la redacción del proyecto de cambio de emisario para que a la mínima que podamos actuar, lo hagamos. Lo explico muchas veces: no puedo cambiar el emisario completo si es ilegal. ¿Que es una barbaridad? Sí, pero cómo le digo a una empresa que me haga una obra que, en principio, es ilegal. Cuando se licite la depuradora se va a pedir la legalización condicionada, y creo que ahí podremos actuar. El dinero lo tenemos consignado y sabemos que lo podremos sacar del remanente. Soy y voy a seguir siendo muy pesada con el Govern.

¿Se dejará fondear en la bahía de Talamanca?

—Espero que no y que el Govern ponga el servicio de vigilancia que me ha prometido. Recordemos que la posidonia es patrimonio, pero parece que solo exista la de Formentera. Biel Company me prometió un servicio de vigilancia como el de Formentera, espero que lo pongan y no me engañen.

¿Entiende que los vecinos de la zona se planteen denunciar la situación?

—Sí, los entiendo perfectamente y si estuviera en su situación también me lo plantearía.

¿Cuándo van a licitar la nueva contrata de limpieza?

—Ha habido un pequeño retraso por un error administrativo pero creemos que en enero podremos seguir con la tramitación y abrir los nuevos sobres. No sé si llegaremos a tener la contrata antes de las elecciones pero estará a punto.