Sa Colla de l’Horta durante su actuación.

En consonancia con la unánime postura de la sociedad pitiusa ante los proyectos de prospecciones, el XXXIV Festival de Ball i Cançó de Sant Antoni alzó ayer su voz contra los intereses de las empresas petrolíferas en uno de los momentos que más enardeció a un público -según los organizadores la Flower Power de la noche anterior restó asistencia- que no llegó a llenar el Cine Regio.

Fue durante la actuación del grupo invitado, un trío menorquín que dio cuenta de las peculiaridades de la glosa de esta isla, ya que viene acompañada de música -de una guitarra en esta ocasión- y cuyo léxico es más fino que el que se suele emplear, por ejemplo, en las xacotes o porfèdies de las Pitiüses.

Tras una primera actuación, donde Alfonso de la Llana y Toni Rotger interpretaron parte de su repertorio acompañados del guitarrista Toni Carreras, los menorquines pidieron al público sobre qué temas querían que improvisaran sus próximas glosas.

Peticiones

Descartaron hacer hincapié en cuestiones políticas y, tras alguna petición de los presentes, Cati Costa, presidenta de la Colla d’Aubarca -entidad organizadora este año del certamen- y también presentadora del evento, requirió a los menorquines su opinión sobre "un negocio que quería poner de petróleo".

Con hábiles rimas, el trío menorquín esbozó una enérgica repulsa a la búsqueda de hidrocarburos en aguas baleares, a las que profetizaron un «rotundo fracaso».

El festival también incluyó las actuaciones de Sa Colla de l’Horta, que abrió el certamen; los sonadores Toni Marc, Dani Cardona y Joan Roig, que dedicaron al público unas gaites pageses; los cantadores Isabel y Joan Roig, que pusieron un poco de pimienta con glosas ibicencas; y la Colla d’Aubarca, que cerró la sesión de uno de los certámenes más longevos dedicados al folklore pitiuso.