El candidato del PSOE a la alcaldía de Vila, Rafa Ruiz, durante la entrevista realizada en las instalaciones del Grupo Prensa Pitiusa. | (c) Sergio G. Canizares

Rafa Ruiz (Eivissa, 1978) sorprendió a propios y a extraños al dar un paso al frente y aspirar a ser alcalde de Vila por el PSOE. Pese a que algunos dudaron de su capacidad, nadie quiso presentarle batalla y ahora se encuentra inmerso en la búsqueda de compañeros de lista y reuniéndose con diferentes asociaciones para conocer sus demandas.

—El PSOE concurrirá a las elecciones municipales en solitario por primera vez desde 1995. ¿Es un contratiempo para usted?

—No, nosotros nos lo tomamos como una situación natural y normal. Por ejemplo, al Parlament balear siempre nos presentamos solos y en el 90% o más de los municipios del resto del Estado el PSOE se presenta solo. Somos un partido con vocación de gobierno. La situación política y social es diferente a la de 2007 y 2011 y creemos que tenemos que dar soluciones diferentes.

—¿Cree que puede ser alcalde sin el apoyo de los demás partidos de izquierda?

—Aspiramos a ser la lista más votada. Sacar mayoría absoluta, tal y como está el panorama político y según las encuestas, creo que ha pasado a la historia, y no me parece mal. Creo que estamos en condiciones de conseguir ser la lista más votada y tendremos que tener la capacidad de llegar a acuerdos para gobernar la ciudad, lo tengo claro.

—¿Si ningún partido obtuviera mayoría absoluta, sería partidario de un pacto postelectoral para acceder a la alcaldía?

—Nosotros nos presentaremos con un programa electoral de cariz progresista, claramente de izquierdas. Creemos que somos la fuerza más potente y estable de la izquierda, y aquellas formaciones que entiendan que nuestro programa se puede adaptar a lo que ellos piensan... la verdad es que hay mucha oferta pero no sabemos qué ofrecen otras opciones. Sí que es cierto que hay otras marcas que se anuncian como plataformas ciudadanas, que parece que no les gusta ser partidos políticos, y otros más tradicionales como Izquierda Unida, ENE o Eivissa pel Canvi que ya han gobernado con nosotros. Pero ya lo hablaremos después de las elecciones.

—¿Ve posible un alcalde de Vila que no sea del PP o del PSOE?

—Es que hay tanta incertidumbre... pero creo que no. Hay que trabajar y acercarse mucho a la gente, que esperamos que vea nuestra propuesta como una posibilidad de ordenar esta ciudad que creo que ha sufrido su peor momento democrático de la historia. Nuestra carta de presentación son las tres legislaturas del alcalde Tarrés y de Lurdes Costa, con la que tuve la oportunidad de formar equipo de gobierno. Con defectos y cosas a mejorar pero demostramos gestión y estabilidad.

—¿Cómo piensa convencer a la gente de Vila de que usted es la mejor opción para la ciudad?

—Lo que le comentaba. La ciudad ha sufrido estos cuatro últimos años un desbarajuste político muy importante y nosotros tenemos una serie de proyectos muy avanzados. Queremos una ciudad moderna y con una participación ciudadana importante. Me gustaría ser un alcalde cercano, seguir yendo al supermercado a hacer la compra y que me puedan seguir parando en el gimnasio o en el cine. No quiero prometer grandes proyectos sino obras realizables.

—¿Ha elegido a su equipo? ¿Quién le va a acompañar en esta aventura?

—Estamos en ello. La lista es larga porque son 21 más cuatro suplentes. Tenemos gente decidida y estamos intentando abrir el partido. Tendremos gente de fuera del partido, que ha estado en movimientos sociales y que es conocida en la ciudad. Será una lista bastante renovada pero no puedo decirle nombres. Ahora la mitad de mi tiempo lo ocupan las reuniones y cafés con gente y colectivos, y el otro 50% buscando a gente que pueda ilusionarle nuestro proyecto.

—¿Si fuera elegido alcalde, cuál sería la primera decisión que tomaría?

—Teniendo en cuenta que será a finales de mayo, lo primero que haría sería darle una solución al emisario de Talamanca, una cuestión en la que el PP está mareando la perdiz. En plena temporada no se podrá acometer una gran obra que parece que el PP la quiere antes, pero quedan cuatro meses.

—¿Cómo mejoraría la limpieza en Vila?

—Es que tenemos una contrata caducada que data de los años ochenta cuando no llegábamos 30.000 habitantes y ahora superamos los 50.000 residentes más toda la población flotante. Y los servicios son los que son. La empresa tiene unas herramientas y un personal insuficientes y nosotros ya teníamos un pliego de limpieza preparado que el PP tiró a la basura e hizo otro nuevo que lo pondremos en marcha porque es evidente que es mejor que el de ahora. Un servicio que ya están pagando los ciudadanos

—¿Qué hay que hacer con el Cetis?

—Dialogar. Tenemos una estación de autobuses que nadie entiende por qué está cerrada y tendremos que consensuar y llegar a un acuerdo para que pueda funcionar.

—¿No hay que abrirla sí o sí?

—A ver, soy más partidario de sentarnos, hablar con la gente e intentar llegar a acuerdos. Nosotros queremos abrirla y creemos que puede hacerse. Hay tensiones del pasado, ojalá haya otro clima para el diálogo. No conozco a los empresarios de los autobuses pero creo que es mejor sentarse a hablar que dejar la situación como está.

—¿Cómo tiene que ser el passeig de s’Alamera del futuro?

—De este no tengo ninguna duda: el proyecto que teníamos aprobado en un concurso democráticamente ejemplar del compañero Marc Costa y que estaba a punto de adjudicarse.

—¿Cómo podemos fomentar el uso de la bicicleta en la ciudad? ¿Es posible una ciudad sin coches o con menos de los que hay ahora?

—Soy de los que piensa que el ciudadano de Vila ya tiene interiorizado que si vive en ses Figueretes y tiene que ir a s’Alamera, va caminando. Los que van en coche y quieren aparcar en el interior, son los de fora Vila. Los coches de la ciudad no los podemos quitar de una tacada, pero podemos hacer pedagogía, hacer parkings disuasorios bien comunicados y con transporte público de penetración hacia la ciudad y ponerle palos a las ruedas a los coches. Hay una creencia internacional que las ciudades del futuro son BMW: Bike, Metro and Walk (Bicicleta, Metro y Andar). Evidentemente lo del metro aquí lo tenemos complicado, pero habrá que hacer pedagogía con el Bike y el Walk, porque es el futuro de nuestra ciudad.

—Vila es patrimonio de la humanidad. ¿Cómo cree que se está cuidando el patrimonio de la ciudad?

—Creo que es evidente que el patrimonio ha salido perjudicado en estos últimos cuatro años y ha perdido calidad de cara a los turoperadores que nos visitan, cuando paseamos por Dalt Vila o a la hora de vender un producto turístico diferente. Habrá que hacer un esfuerzo para mejorarlo.

—Mucha gente destaca tu juventud, pero hay otros candidatos como Miryam Valladolid, del PREF, o Rai Prats, que parece que se presentará por Alternativa Insular, que lo son más que tú. ¿Es un punto a favor el ser joven?

—Estoy sorprendido porque la gente de más de 60 años me apoya mucho pero entre la gente de entre 40 y 50 años parece ser un factor negativo. Cuando ves los compañeros que acaba de comentar o que un candidato a presidente del Gobierno [por Pablo Iglesias, de Podemos] tiene también mi edad... Creo que el cambio generacional no se está haciendo de manera natural. Cuando yo tenga 50 años, y lo digo aquí públicamente, quiero que haya un cambio generacional, creo que es necesario. La política es algo temporal y si soy alcalde no podré estar más de ocho años, mi partido lo ha puesto fácil porque los estatutos lo prohiben.