Cerca de cincuenta perros, con sus respectivos dueños, participaron ayer en el XIX Concurso Canino Festes de Sant Antoni, un acto organizado por el Club Agility Eivissa que tuvo lugar en la playa de s’Arenal, donde también se acercaron decenas de curiosos a pesar del viento que sopló durante la mañana.

Ayer era el día para los perros más amateur, pues este concurso está fuera del calendario federativo de competiciones de agility y está abierto a a todos los canes cuyos dueños los inscribieran previamente, aunque la mayoría apuró a última hora para hacerlo.

Tal fue el caso de Chata, un carlino de tres años, cuya propietaria, Esther, destacaba su simpatía, además de su raza. Por otro lado, Hortensia, una residente sordomuda de Sant Antoni, acudió acompañada sus perros Emmy e Iñaki, cuyo padre ya ganó este concurso hace unos años. También compitió Piña, una dálmata de cuatro años cuya dueña, Ruth, creía que tenía "posibilidades" en las modalidades de obediencia y belleza.

La juez Daniel Webber, de la UCA Mallorca, fue la encargada de examinar uno a uno a los peludos concursantes mientras realizaban diferentes pruebas que evaluaban el nivel de obediencia, la simpatía del animal o la destreza de su dueño. Había también premio para los canes de raza y para los mestizos en categoría joven y adulta.