La dirección del hospital de Can Misses decidió ayer responder al repunte de los casos en el servicio de urgencias habilitando el área de hemodiálisis, que con el traslado al nuevo centro había quedado desocupada.

Además, ante la saturación del servicio - en buena parte ocasionada por un incremento de los casos de gripe - se optó por reforzar el equipo de profesionales con un médico, una enfermera, un auxiliar de enfermería y un celador.

Estas medidas se tomaron a primera hora de la tarde de ayer, cuando todavía había 14 pacientes esperando el ingreso. La punta del día se produjo por la mañana, donde llegaron a coincidir aguardando a ser atendidos un total de 24 usuarios, a los que había que añadir 12 pacientes pendientes de intervención que precisaban de la correspondiente cama.

A lo largo de la jornada, la situación se fue congestionando, aunque, según fuentes del Àrea de Salut d’Eivissa i Formentera (ASEF), no lo suficiente como para abordar con plenas garantías la atención a los pacientes. Así, la dirección de Can Misses, de acuerdo con los facultativos, activó el protocolo para el traslado de los referidos casos urgentes a la citada zona de hemodiálisis. A partir de ahí, los operarios procedieron a la limpieza del área y se inició el traslado.

En cuanto al tiempo que permanecerá abierta para los ingresos urgentes la zona de hemodiálisis, desde el ASEF se limitaron a apuntar que «el que sea necesario», siempre sin perder de vista que se trata de una medida excepcional y, en consecuencia, coyuntural.

La situación que están viviendo las urgencias de los hospitales públicos de Balears, incluido Can Misses, no es algo extraordinario, pues se ha estado repitiendo en los últimos cinco o seis años por estas mismas fechas, según explicó recientemente Ramón Canet, jefe de medicina interna de Can Misses.

Causas

Las causas hay que buscarlas en que con la llegada del frío y del invierno acuden personas de edad avanzada con varias patologías: «Como ya viene siendo frecuente en los últimos cinco o seis años nos encontramos con que el hospital acoge a un número cada vez mayor de personas que tienen que permanecer en Urgencias por un tiempo prolongado, incluso de varios días, hasta que pueden acceder a una planta de hospitalización. Esto se debe a factores como que de manera progresiva la población que se atiende en el hospital es cada vez de mayor edad y con enfermedades más complejas y diversas patologías», precisó Canet, quien añadió que «la mayoría de ingresos son de personas con edad avanzada que suelen presentar de manera simultánea varias patologías».

Si bien la situación que vive Can Misses no es extraordinaria, la jefa de Enfermería, Belén Fernández, ha llegado a reconocer que «no es lo deseable». «Ocurre cada año que por estas fechas hay un aumento de pacientes ancianos con diversas patologías, lo cual aumenta el número de ingresos. El hospital con todo abierto tiene todas las camas cubiertas y entonces los ingresos que no se pueden subir a planta se tienen que quedar en urgencias. Ocurre cada año, pero no quiere decir que sea deseable. De hecho no me parece correcto que tenga que estar un paciente ingresado en el pasillo, pero no es algo que busquemos ni provoquemos simplemente lo sufrimos con los pacientes» comentaba Fernández la semana pasada.