Autoritat Portuària de Balears (APB) avanzó ayer que los proyectos en los faros de Cap de Barberia y La Mola en Formentera tienen más posibilidades de salir a la luz porque no incluyen, como en el caso de los faros de es Botafoc, Tagomago y Sa Conillera, usos hoteleros.

En este sentido, el gestor portuario confirmó que la opción más viable para la Mola y sobre la que están trabajando con el Consell de Formentera es un museo y que están estudiando la manera de darle este uso al faro. Para el caso de cap de Barberia se trata de una «cafetería desmontable» para la cual prevén sacar un concurso en breve.

En el caso de Eivissa, un portavoz del ente portuario aseguró que los proyectos no están «tan consolidados y definidos», por lo que «no tienen visos de prosperar». Esto no quiere decir, según la APB, que no puedan definirse proyectos más sólidos para el caso de los faros de Eivissa.

Sin plazos

En cuanto a los plazos, la APB recordó que no se pueden hablar de fechas. «No es tan inminente como se desea», aseguraron desde el organismo portuario de Balears. En este sentido, la APB remitió los proyectos para los faros pitiusos a Puertos del Estado y este organismo dará el visto bueno o no (aún no se ha posicionado en ninguno de los proyectos que afectan a Eivissa y Formentera). Una vez superado este paso tendrá que pasar por el Consejo de Administración de la APB.

La idea de dar de nuevo vida a los faros que ya no se usan es una iniciativa que Puertos del Estado empezó a finales de 2013 con la intención de desarrollar usos complementarios en estas instalaciones en los que se incluyen la creación de hoteles. Esta posibilidad no es todavía común en España, pero sí en otros países europeos.

En el conjunto del país hay 387 faros de los que únicamente medio centenar están habitados. En el caso de Eivissa y Formentera, el único faro que sigue activo y que funciona como tal es el de es Botafoc. Para éste, el de Tagomago y Sa Conillera se presentaron proyectos para crear un hotel. En el caso de Tagomago, la propuesta partió de la sociedad Tagomago Island, que explota la villa y el kiosco que ya existen en el islote. En el caso de Sa Conillera, el Grupo Empresas Matutes presentó un proyecto para dar un uso hotelero en este faro de Eivissa. Cabe recordar que existió un rechazo frontal institucional y ecologista a los usos hoteleros en el faro de Tagomago.

El gestor portuario de Balears cuenta con 19 proyectos empresariales para los faros de todas las islas, de los que 15 serían para crear hoteles, tres cateferías y un museo. Entre los faros que han despertado más interés entre los inversores se encuentra el de Cap Blanc en Mallorca.