Eivissa es la isla de las dos caras. Nos irrita y nos enamora a partes iguales. Somos capaces de gritar por escapar de ella y de sollozar para regresar cuanto antes. Todo es posible en las Pitiüses, un paraíso donde suceden cosas tan extrañas como que únicamente tres agentes se dediquen a combatir la mafia y el narcotráfico o que instituciones del mismo color político sean incapaces de ponerse de acuerdo en proyectos como el puerto o la radioterapia.

Por suerte, no todo son calamidades. El lunes asistimos a una pesadilla con final feliz cuando varios agentes de la Policía y la Guardia Civil rescataron a un padre y sus dos hijos que se habían perdido por los bosques de Santa Eulària. Los pequeños, felices, regalaron a los agentes un dibujo en el que expresaban su enorme gratitud.

Otro gesto de unión frente a las adversidades fue la visita de Vicent Serra a Bruselas para trasladar ante las altas esferas europeas el rechazo de la sociedad pitiusa a las prospecciones petrolíferas. De todo ello dio buena cuenta este rotativo en su edición del pasado martes.

Un día después, conocimos el preocupante estado de los recursos hídricos de Eivissa, cuyos acuíferos se encuentran por debajo del 50 por ciento de su capacidad. Sant Agustí es, en concreto, la masa de agua con un nivel más bajo de este líquido esencial con sólo un 6% de reservas.

Paradójicamente, la lluvia y el viento obligaron a posponer las ruas de Carnaval en Sant Antoni y Santa Eulària, gafadas este año por las inclencias metereológicas. Estas mismas lluvias provocaron una singular imagen en el aeropuerto de es Codolar con empleadas de oficinas de alquiler de coche teniendo que hacer uso del paraguas en el interior de la terminal. ¿En estos casos procede hablar de mala suerte?

En clave de sucesos hubo que lamentar el miércoles el hallazgo del cadáver de un hombre junto a unas obras del primer cinturón de ronda, en las proximidades de Can Misses. El cuerpo sin vida y en avanzado estado de descomposición –se cree que llevaba cuatro meses allí enterrado- fue encontrado felizmente por varios topógrafos, y digo felizmente porque podrían haber sido un grupo de niños y niñas quienes se toparan con tal macabro hallazgo. Probablemente uno de los primeros que habrían dado con el cuerpo es Neta, el nuevo miembro de la Policía de Formentera, un pastor alemán de 4 años dará que hablar en la menor de las Pitiüses.

El viernes desayunamos con una de esas noticias que trascienden el interés local. Este periódico desveló que un dirigente de Podemos en Eivissa, José Oliver Martínez, fue condenado en 2013 a 20 meses de cárcel por un delito de tráfico de drogas. Una vez saldada su deuda con la sociedad, el dirigente asumió su responsabilidad y en el mismo día presentó su dimisión.

Las semana acaba con las encuentas de intención de voto que publica este diario y en las que el PP perdería su mayoría tanto en el Consell como en el Parlament.