Se trata de una nave que incluye varios espacios para concienciar a los más jóvenes.

El passeig de Ses Fonts de Sant Antoni acoge hasta el 31 de marzo Parlem de drogues, una exposición organizada por la Fundación La Caixa que ya han visitado más de 950.000 personas en toda España.

Se trata de una pequeña nave desmontable y dividida en distintos espacios, todos ellos completamente interactivos, en los que se abordan todas las sustancias estupefacientes y se realiza un detallado diagnóstico de su situación actual en todo el mundo, con el fin último de concienciar sobre el peligro de consumir alcohol, cocaína, cannabis, drogas sintéticas e, incluso, tabaco.

Para conseguirlo, la instalación estará abierta de lunes a domingo, de 10,00 a 14,00 horas y de 17,00 a 21,00 horas, y acogerá visitas guiadas para centros escolares, de lunes a viernes a las 19,00 horas, y sábados, domingos y festivos, a las 12,00 y a las 19,00 horas.

Cada vez más jóvenes

Según recoge la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanza Secundaria, realizada en 2012, «las sustancias nocivas que más consumen los estudiantes entre 14 y 18 años son el alcohol, el tabaco y el cannabis, seguido de los hipnosedantes, la cocaína y el éxtasis». Además, la edad media de inicio del consumo se sitúa entre los 13 y los 16 años. Por ello, Mónica Maicas, monitora encargada de explicar el funcionamiento de Parlem de drogues, aseguró ayer que esta iniciativa está dirigida a chicos cada vez más jóvenes. «Está pensado para niños desde los diez años porque a los quince ya llegamos tarde, y lo que se busca es que, a lo largo de una hora de visita y a través de los distintos espacios, de preguntas y de sus propias experiencias, saquen sus conclusiones y decidan si les sale rentable o no consumir drogas», confirmó.

En este sentido, Parlem de drogues también busca desmontar muchos mitos, fundamentalmente sobre el cannabis y el alcohol, ya que ambas presentan «un repunte muy preocupante» como confirma que «más de las mitad de los jóvenes de 16 años se han emborrachado al menos una vez durante un año». «Desgraciadamente son drogas que están bien vistas socialmente y a las que no les se da mucha importancia por estar presentes casi en el día a día, pero los chicos han de ser conscientes que también provocan adicción, problemas de salud graves y conductas agresivas», aseguró la propia Maicas.

Igualmente, la instalación también quiere contribuir a desterrar la idea de que «cuando se sale de marcha un fin de semana hay que consumir para estar integrado». Algo que se consigue con un último panel en el que se pueden ver tres vídeos muy explicativos, donde se muestran las distintas percepciones que se puede tener de la realidad según se haya tomado drogas o no.