Aspanob pueda seguir ayudando a través de recursos residenciales, ya que dispone de tres pisos en Palma y uno en Barcelona para acoger a estas familias que deben desplazarse para recibir tratamiento o realizar pruebas médicas. Una ayuda que, según los cálculos establecidos por la asociación, pueden llegar a ahorrar hasta un millón de euros a las instituciones públicas. No obstante, el presidente de Aspanob, Jaume Coll, recalcó que este apoyo lo ofrecen «sin pedir nada a cambio», y que lo hacen posible gracias a los más de 3.000 asociados y a los más de cien voluntarios de la entidad, así como al dinero que obtienen de las subvenciones y de las actividades que organizan.
200 familias
Coll recordó que la asociación atiende en las Pitiüses a 200 familias que deben desplazarse a Palma o Barcelona y recordó que también ayudan económicamente a familias sin recursos. En este sentido, puso como ejemplo un caso de Formentera, de una madre soltera con un hijo con cáncer a la que le ofrecen un piso desde hace un año y medio, además de 400 euros al mes porque no tiene otros ingresos.
El presidente de la entidad recordó que las familias también reciben una aportación de las instituciones, que les pagan las dietas, «pero las familias no saben cuando las van a cobrar, ya que últimamente la administración no tiene cash», apuntó Coll.
La consellera de Salut i Benestar Social, Mercedes Prats, destacó la labor de esta asociación y recordó que además de los recursos asistenciales, ofrece «apoyo psicológico, atención social, actividades de ocio y la organización del apoyo educativo que necesitan los niños durante el tratamiento para que puedan seguir su proceso de escolarización y aprendizaje».
Desde Aspanob apuntaron que, aunque tienen la sede en Mallorca, hacen más trabajo y más actividades en Eivissa y Menorca, porque «somos una asociación que acogemos familias desplazadas, también con otras enfermedades que no sea cáncer». En este sentido, Coll recordó que tienen un proyecto «a largo plazo» para hacer una residencia para gente desplazada, en un solar que les ha cedido el Ayuntamiento de Palma al lado del hospital Son Espases.
Aspanob aprovechó para hacer un llamamiento en Eivissa ante la falta de profesores voluntarios, en especial para atender a una niña de Sant Josep que lleva cuatro meses perdidos debido a los tratamientos y revisiones. «Estaríamos dispuestos a pagar, pero también es una desventaja para el resto de voluntarios que nunca han cobrado», apuntó Coll.
Caso Yolanda
El caso de Yolanda Ariza es uno de los muchos que ha atendido Aspanob en sus 28 años de historia en Eivissa. En 1995 detectaron a su hijo de nueve años una leucemia y lo trasladaron en helicóptero a Mallorca y fue allí donde se encontraron con la asociación, que les ofreció un piso, que han podido utilizar hasta ahora cuando aún tienen que ir a revisión. Ariza estaba embarazada de cinco meses y tuvo allí a su segundo hijo. El primero, José Antonio Cabello, ya tiene 19 años y el sábado será el encargado de presentar el festival junto a Jesús Rumbo.
Durante la mañana se realizarán talleres, actuaciones de magos, cuenta cuentos, bailes y una exhibición de baile con caballo. Por la tarde, el Recinto Ferial acogerá el concierto de trece grupos de música. La entrada al festival costará tres euros y la comida popular, un arroz de matanzas, tendrá un coste de 10 euros para los adultos y cinco para los niños.
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