Joan Marí y Neus Marí firman el convenio de colaboración entre Sant Josep y Cáritas. A su lado, la regidora de Asuntos Sociales, Encarna Castro.

La población en riesgo de exclusión social en Eivissa continúa en índices preocupantes a pesar del crecimiento económico, cercano al 3 por ciento, que experimentaron las Pitiüses en 2014. Desde que el pasado mes de noviembre Cáritas Diocesana fijara en un 24 por ciento la población pitiusa en riesgo de exclusión, poco o nada ha cambiado, según indicó ayer su director, Joan Marí, durante la firma del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Sant Josep.

«En términos de exclusión social vemos por desgracia que siguen, al menos, los mismos índices. No se observa que haya ninguna mejoría, pero si se cumplen las previsiones de trabajo que se aprecian, es posible que se equilibre. De momento eso no ha ocurrido. Sigue la misma necesidad porque lo vemos, por ejemplo, en nuestro comedor social, que está hasta arriba. Hay el mismo número de personas que hace dos o tres años», explicó el máximo responsable de la entidad dependiente de la iglesia católica.

A nivel de Balears, recordó, el último informe señalaba que había unas 300.000 personas en riesgo de exclusión social –sobre un millón de habitantes– y 130.000 en riesgo de exclusión social severa, lo que quiere decir, argumentó Marí, «que cualquier trastorno en un recibo de luz o algo fuera de lo normal deja a esa familia en riesgo de exclusión».

Mientras la organización prepara la memoria de 2014 para Eivissa y Formentera, desde Cáritas advierten de que la brecha social sigue sin cicatrizar. «El comedor social está ‘a tope’ y el centro de día, al que acuden unas 50 o 60 personas al día, también. No disminuye el número de personas a las que se atiende», subrayó Joan Marí, quien, no obstante, se mostró esperanzado con la construcción del esperado centro de acogida de es Gorg, una instalación pública cuyo proyecto vio la luz en 2010.

«Cada vez veo más interés. Nos conocemos más, hay más relación entre Cáritas y los asistentes sociales de los ayuntamientos y del Consell y esto ayuda a unificar los criterios de actuación y, al final, revierte en beneficio para las personas que lo necesitan», concluyó Marí, quien agradeció el apoyo de las instituciones para mantener tanto el comedor social como el centro de día.