Imagen del boquete en Can Misses para poder reparar la resonancia magnética. | Toni Escobar

Los operarios de la concesionaria del nuevo Hospital Can Misses han tenido que realizar un agujero en la fachada de la primera planta del edificio G para introducir la pieza que debe ser sustituida para solucionar la avería de la nueva máquina de resonancia magnética, que no funcionaba correctamente. Según explicaron, se ha optado por este sistema por la «gran envergadura» de la pieza que se ha tenido que introducir para realizar la reparación.

Previsión

A pesar de la aparatosidad de la obra, desde el Área de Salud de Eivissa y Formentera justificaron que los trabajos se han realizado con «mucho cuidado» y que las piezas de material porcelánico de la pared se han retirado una a una para volver a aprovecharlas.

Según aseguraron no estaba contemplado en el proyecto, pero sí estaba previsto que podía suceder. «La maquinaria para radiología es nueva y hay un contrato de mantenimiento y reparación con General Electrica para varios años, lo que no se esperaba era que la resonancia magnética no funcionara, ya que estas máquinas nuevas no suelen plantear problemas en los siguientes quince años de su estreno», explicaron fuentes del Área de Salud, que apuntaron que en el antiguo Can Misses también se ha tenido que hacer algún agujero en la fachada cuando ha habido alguna avería del TAC.

Solución

Con la sustitución del anillo del imán, donde se localizó el problema, la máquina estará en funcionamiento en quince días. Desde el Área de Salud aclararon que los gastos de estas obras no correrán a cargo del Ib-Salut y que están contempladas por la concesionaria.

El aparato presentó deficiencias desde el día que se instaló, lo que le impedía realizar algunas pruebas, a pesar de que otras las hacía correctamente. Durante este tiempo, Can Misses recurre al convenio con la Policlínica Nuestra Señora del Rosario para atender a los pacientes que requieran de este servicio.