El empresario Alberto Torres desarrollará en los próximos años cuatro proyectos de alojamiento para los que invertirá alrededor de 100 millones de euros. Foto: DANI ESPINOSA

Alberto Torres empezó a trabajar de camarero en los años 60 y en el 73 abrió su primer negocio, la cafetería Albertos de Santa Eulària. Más tarde creó junto con un socio una empresa de gestión de camas hoteleras (Servitur) y fue en el año 2000, con el anuncio de la construcción del Palau de Congressos de Eivissa, que decidió apostar por la calidad frente a la cantidad. Fue entonces cuando proyectó el hotel de cinco estrellas Aguas de Ibiza, que este año por estas fechas cuenta con un 22% de reservas más que el año pasado. Entre sus próximos objetivos se encuentra invertir 100 millones de euros en cuatro proyectos de alojamiento repartidos entre Santa Eulària y Sant Antoni.

—Con el paso de los años, ¿cómo valora la trayectoria del hotel Aguas de Ibiza?

—La trayectoria es muy positiva porque hemos crecido a muy buen ritmo año tras año. El hecho de tener alianzas estratégicas con marcas como Clarins o Vi Cool de Sergi Arola han sido muy bien recibidas por nuestro público, tanto nacional como internacional. Cada año innovamos en alguna parte del hotel. Este año hemos habilitado un ascenso para acceder al Vi Cool desde el exterior, de manera directa y así dar facilidad al cliente de Eivissa que quiera disfrutar de unas vistas inmejorables y una oferta gastronómica innovadora.

—Su hotel es el primero de Balears de Ecolujo, ¿cómo explicaría este concepto?

—Hicimos una inversión muy fuerte para tener el distintivo Ecolujo, el primero de Balears. Hemos puesto medios para ser ecológicos. La fabricación de aire acondicionado está condensada por agua, lo que supone un ahorro energético del 30% en comparación con las máquinas de aire acondicionado estándar. Al producir frío generas calor y éste se utiliza, a través de la instalación del hotel, para calentar las piscinas del Spa y en acumuladores para ahorrar gas a la hora de calentar el agua. Además, toda la fachada del hotel son placas fotovoltaicas, por lo que es una fábrica de energía constante. El hotel está totalmente domotizado y doblemente aislado con frío y calor para evitar que tenga escapes y consuma más.

—¿Qué nuevos proyectos tiene el grupo Aguas de Ibiza para la isla?

—Estamos trabajando en cuatro proyectos de alojamiento en los que invertiremos cerca de 100 millones de euros. El primero se trata del complejo residencial Life Ibiza Senior Resort, que se ubicará cerca del Aguas de Ibiza y que está enfocado al visitante y al residente sénior. El segundo es un hotel enfocado a este tipo de turista, que se ubicaría en Siesta y allí en la misma localización ubicaríamos un nuevo hotel de cuatro estrellas que surgiría de la reforma del aparthotel Villas del Sol. Estamos trabajando también en una fase inicial en la reforma del aparthotel Es Recó de Sant Antoni, que convertiremos en un hotel de cinco estrellas temático. El turismo sénior pienso que es uno de los grandes olvidados de Eivissa porque no hay suficiente oferta para ellos y existe una gran demanda de personas que quieren vivir donde haya un buen clima, seguridad y calidad de vida.

—¿Hay demasiados hoteles de cinco estrellas en la isla?

—No. El cliente cada vez más busca hoteles de mejor categoría, por lo tanto es positivo que esta oferta vaya en aumento. La marca Ibiza es tan potente que arrastra a muchos segmentos de cliente para diferentes servicios, por lo que pienso que es positivo que mejore la oferta de calidad.

—Santa Eulària cuenta con cuatro hoteles de cinco estrellas, ¿son demasiados para el municipio?

—Al contrario. Consolida Santa Eulària como un destino de cinco etsrellas para un tipo de cliente que busca tranquilidad y conocer nuestra otra Ibiza. Santa Eulària siempre ha sido un referente en la calidad de sus establecimientos y la oferta de cinco estrellas no hace más que seguir en esta línea. Las distancias en la isla son muy cortas y el cliente que se aloja en Santa Eulària disfruta de la calidad y la tranquilidad que le ofrece el municipio y visita otras zonas de ocio por la noche.

—¿Piensa que el Palau de Congressos de Eivissa llegará a acabarse?

—Cuando compré el solar donde está ubicado el Aguas de Ibiza en el año 2000 fue principalmente motivado porque el año anterior se anunció que se haría el Palau de Congresos; no fue una decisión casual ubicar en esta zona el hotel. El Aguas de Ibiza está enfocado al turismo de congresos porque ofrece sus propias salas e instalaciones y estar enfrente del Palau de Congressos es ideal para un tipo de oferta así. La sorpresa vino cuando se hizo la primera fase, pero no la segunda. Cuando vienen elecciones, los políticos vuelven a sacar la segunda fase, que se hará, pero me lo creeré cuando lo vea. Soy realista, vivo de realidades, no de promesa. Ya he escuchado tantas veces que se iba a acabar, pero cuando lo vea me lo creeré. Pienso que Eivissa tiene mucho potencial para este tipo de turismo porque no es lo mismo venir a un congreso tres o cinco días a la isla que en una ciudad de la Peínsula. Tiene mucho potencial, pero lo que pasa es que hay que darles las instalaciones adecuadas.

—El que sí que parece que sale adelante es el de Palma.

—Este no tendrá problemas en salir adelante. Es otro ejemplo de cómo el Govern nos margina a las islas pequeñas. Cuando tengo ocasión de hablar con los políticos de aquí les reitero que tienen que conseguir más recursos para Eivissa. El de Eivissa se empezó mucho antes que el de Palma y acabará más tarde. Para Palma sí que hay dinero, pero aquí nos tenemos que esperar.

—¿Eivissa ha reducido su dependencia de los touroperadores?

—La tendencia de reservar por internet ha ido a más en los últimos años. Durante casi toda la historia del turismo en Eivissa hemos dependido de los mayoristas; en las ferias de turismo internacional, como Fitur o la World Travel Market, ibas a hacer contactos. Por aquel entonces dependías de ellos, que era quienes marcaban el precio de las habitaciones y esto provocaba que a final de temporada el margen de beneficio era muy poco para el hotelero porque los precios los controlaban ellos. La isla en general estaba controlada por los mayoristas y si querías subir un 1,5% o un 2% los precios te decían que no. En el año 2000 cambió el enfoque turístico con la expansión de internet y la irrupción de las aerolíneas low-cost. En el Aguas de Ibiza el 70% de las reservas se han directamente, no se trata de un cliente que venga por mayorista ni por agencia.

—¿En qué piensa que debería mejorar Eivissa como destino turístico?

—Sobre todo en los vuelos en temporada baja porque los empresarios hacen inversiones millonarias en hoteles que podrían estar abiertos todo el año y en temporada baja e invierno no hay suficientes vuelos. El hotel Aguas de Ibiza nació con la idea de abrir todo el año y de hecho lo hizo dos años, pero luego que tuvimos que cerrar porque no había vuelos. El turista que quiere aprovechar puentes y fines de semana largos en el momento en que hay que hacer escala se lo piensan; la gente quiere volar directamente al destino. Hay que buscar fórmulas para fomentar que las aerolíneas apuesten por Eivissa en temporada baja, pero qué pasa, que con Mallorca topamos otra vez; a ellos no les interesa que Eivissa tenga vuelos todo el año. También deben mejorarse las infraestructuras porque es vergonzoso que pasen los años y siempre se esté hablando de las mismas inversiones en depuradoras y carreteras. La parte pública debería ir más rápido en este sentrido. El hecho de que salgamos en prensa como la isla que más invierte y crece es muy positivo, pero esto debe ir acompañado de inversiones públicas.

—Ahora que lo menciona, ¿piensa que Eivissa y Formentera seguirán marcando el ritmo de la economía balear?

—Estoy totalmente convencido de que los empresarios seguiremos apostando por la inversión. Salimos de una gran temporada como la que fue el año pasado y en nuestro caso estamos un 22% por encima en las reservas respecto al año pasado. Pero tampoco nos podemos confiar porque tenemos que ser prudentes y realistas al mismo tiempo. Lo que está claro es que la marca Ibiza es muy potente y atrae a mucho tipo de público.

—¿Qué momento diría que está viviendo la marca Ibiza?

—Estamos en un momento álgido, muy bueno y espero que se mantenga y vayamos a más. Tenemos que ser muy cuidadosos y tener claro que no vale todo porque hay que hacer las cosas bien.

—¿Qué opina de nuevosproductos turísticos, como los party boats o los beach clubs?

—No estoy en contra de ningún tipo de oferta ni nuevo producto turístico porque todo suma, pero deben estar reguladas y ejercerse cumpliendo la normativa.

—¿Considera que las instituciones están controlando de manera adecuada el intrusismo en el sector del alojamiento?

—No, no se controla lo suficiente y es un problema que va a más. La administración competente en turismo debe poner más medios y controlar esta oferta de competencia desleal, que va en contra de todo el sector de hostelería reglado que paga impuestos y cumple con la normativa.