La tienda de Blanco en Eivissa, en Bartomeu Rosselló. Foto: DANIEL ESPINOSA

Empleados de la cadena textil Blanco, propiedad del grupo saudí Alhokair, realizarán paros de 24 horas la próxima semana en todos los establecimientos de la firma para exigir la retirada del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondrá el despido de 332 empleados, el 26% de la plantilla, y el cierre de doce tiendas. Entre estas tiendas se encuentra la de Eivissa, ubicada en la avenida Bartolomé Rosselló de Vila. En concreto, tras finalizar sin acuerdo la mediación en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), la convocatoria de huelga se concreta en paros de 24 horas los días 20, 22 y 24 de abril, precedidos por un paro de dos horas el próximo domingo, 19 de abril, desde las 12.00 a las 14.00 horas.

“La pretensión de la huelga es la retirada del expediente y la negociación de otras medidas que pueden evitar y paliar los problemas estructurales y económicos por los que atraviesa la compañía, garantizando como la empresa se comprometió, en su momento, el mantenimiento del empleo”, han afirmado los sindicatos, que han calificado de “desproporcionadas” las medidas planteadas por Blanco. Blanco, que ha presentado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas económicas y organizativas, continuará con los ‘números rojos’ este año, con unas pérdidas estimadas de nueve millones de euros, por encima de los aproximadamente siete millones de euros que se anotó en 2014, por lo que, además de despedir a 332 empleados, modificará las condiciones laborales, entre ellas el sistema de comisiones y el horario de personal de las oficinas. Además, ha planteado la externalización de algunos departamentos, entre ellos la actividad logística. En concreto, la compañía, que cuenta con una plantilla total de 1.250 trabajadores y con 121 establecimientos, contempla en fin de la actividad y cierre de una docena de tiendas ubicadas en Eivissa, Alicante, Barcelona, Bilbao, Elche, Madrid, Valencia, San Sebastián, Santander y Santiago de Compostela, con el objetivo de “maximizar eficiencias”.