De izq. a dcha. Natalia Valdés, Manel García y Silvia Fernández, del sindicato CCOO, ayer en rueda de prensa.

CCOO ha presentado ante la Inspección de Trabajo un listado de irregularidades que han detectado en el funcionamiento del nuevo hospital de Can Misses.

«Lo que hemos visto y la sensación que tenemos es que un hospital de campaña está mejor organizado que el nuevo Can Misses. No es de recibo que haya unos pasillos tan grandes sin utilidad y que el espacio de las consultas no permita ni tan siquiera al médico girarse», explicó Manel García, adjunto a la secretaria de la Federación de Sanidad de este sindicato, quien destacó que han detectado «deficiencias importantes» en las urgencias del hospital de la que destacaron que el espacio de cama a cama es de 40 centímetros, y que el almacén de este departamento tiene un espacio «ínfimo» para contener la medicación necesaria. Además destacan que en este área es «necesario incrementar la plantilla, pues cada vez hay más población que atender».

A la presentación de las denuncias ante Trabajo se suma que CCOO ha pedido por escrito al Consejo Nacional de Seguridad Nuclear que aclare y explique si la seguridad de rayos X y las instalaciones de radioterapia «están garantizadas y en condiciones de ser abiertas porque nosotros detectamos infinidad de irregularidades que han sido maquilladas, pero que no tenemos la más mínima garantía de que estén totalmente aisladas para trabajadores y usuarios». Según este sindicato, «no sabemos si la seguridad del búnker y de rayos X está garantizada; hemos visto que las puertas deberían estar completamente aisladas y por debajo pasa fácilmente un cuaderno con anillas. Las paredes deben ser herméticas y estar completamente plomadas». En este sentido recalcaron que los problemas generados por un mal aislamiento se ven con los años: «Nuestra obligación es prevenir para no lamentarnos después».

CCOO entiende que en la gestión del nuevo hospital «hace falta un cambio de 180º grados», razón por la cual García destacó que pedirán la dimisión del gerente de Can Misses, Ignasi Casas, «y que la inspección del Servei Sanitari del Ib Salut se haga cargo del hospital» porque, según explicó, «no es de recibo que, porque vengan unas elecciones, se abra el hospital en unas condiciones tan deplorables como las que se han dado aquí; el personal sigue siendo el mismo o menos que antes de que se abriera esta ‘mole’». El sindicato explicó que durante los dos últimos meses han hecho «sobradas propuestas» que no han sido atendidas.

Por su parte, desde el Ib Salut prefieron no valorar estas declaraciones.