El conseller Marí (izquierda) en una anterior comparecencia en la sala de prensa del Consolat de Mar. | PERE BOTA

Las medidas fiscales que el Consejo de Ministros incorporó ayer al Régimen Especial Balear (REB) supondrán para las empresas que se acojan a las mismas un ahorro de entre 115 y 130 millones de euros, según la estimación del conseller d’Hisenda del Ejecutivo autónomo, José Vicente Marí.

La reducción de impuestos está supeditada a que las empresas destinen parte de sus beneficios a inversiones y a la creación de empleo.

Marí admitió que las medidas incorporadas al REB no agotan la reforma a la que aspira el Ejecutivo balear pero señaló que «es una oportunidad que no podíamos dejar pasar» y que se traducirá en una reactivación de la economía que compensará lo que se deje de recaudar.

Según datos de la Agencia Tributaria de 2012, citados por el conseller, el número de declarantes del impuesto de sociedades en Balears era de 42.943 empresas que serían susceptibles de aplicar estas bonificaciones, y en el caso del IRPF hubo 43.613 declarantes en rendimientos de actividad económica que también podrían acogerse.

El conseller cree que, si en Canarias la deducción media de las empresas en el impuesto de sociedades es de 36.000 euros, las de Balears se pueden «situar por encima de eso». Ha advertido de que los resultados que tenga el nuevo régimen fiscal dependerán tanto del número de empresas y autónomos que decidan acogerse como del importe que apliquen.

El nuevo REB «permite compensar en parte el coste de la insularidad a las empresas», para que la propia actividad económica «permita neutralizar la diferencia de costes», mantuvo el titular autonómico de Hisenda.

Inversiones estatutarias

El conseller recalcó que, al margen de la modificación del REB, el Govern no renuncia a reclamar al Gobierno central una modificación del sistema de financiación autonómica para poder asumir el coste de la educación, la sanidad y los servicios sociales en condiciones de igualdad y mismas oportunidades para todas las comunidades. Sobre las inversiones estatutarias que, por ley, correspondían a Balears hasta que se reformará el Régimen Especial, el titular autonómico de Hisenda, afirmó que seguirán reclamándose las cantidades pendientes (dijo que quedaban lejos de los 400 millones que señala la oposición) pero que habrá que evaluar si ahora es el momento de plantear recursos judiciales.

El régimen fiscal que se aplicará desde 2016 consiste en una reserva para inversiones que incluye ahorros del 75 % en el impuesto de sociedades y del 65 % en el IRPF para inversiones productivas de empresas o autónomos en cualquier sector durante tres años, con un límite máximo de 200.000 euros.

El conseller evitó responder a las críticas de la oposición sobre el carácter electoral de la medida y, pese a ser el responsable del PP para la campaña, aseguró que la mesa del Consell de Govern no era el foro adecuado para responder a estas críticas. Ayer, todos los portavoces reiteraron sus críticas en los diferentes actos de campaña en los que participaron.

El Régimen Especial Balear, actualmente vigente, preveía en su redacción inicial una serie de medidas fiscales que fueron suprimidas.

Marí confió en que las elecciones generales de noviembre no retrasen el debate del proyecto en las Cortes.

También quitó importancia a que algunos líderes territoriales del PP cuestionen que se aprueben medidas especiales para Balears y no para sus comunidades, como ha ocurrido en el pasado. Recordó el carácter insular de Balears y que la Constitución prevé compensaciones para los archipiélagos.

LA NOTA

Escandell: «No se tiene en cuenta la triple insularidad»

El conseller de Economía del Consell Insular de Formentera, Bartomeu Escandell, manifestó ayer, en relación a la aprobación del REB, que «los beneficios fiscales nos parecen muy bien, pero consideramos que Formentera sigue siendo la isla más perjudicada». Para Escandell, «en el texto no se tiene en cuenta la triple insularidad de la isla en cuanto al sobrecoste de las mercaderías y del traslado de los residuos desde la Planta de Transferencia de Es Cap, hasta la de Ca na Putxa en Eivissa, que suponene más de 800.000 euros anuales, ya que pagamos 140 euros la tonelada, algo que repercute en el recibo de basuras que pagan los ciudadanos». Escandell añadió que, «todo lo que sea un reconocimiento por parte del Estado español nos parece bien, aunque en este caso tenga un carácter electoralista, pero seguiremos defendiendo que Formentera tenga el mismo trato que el resto de las Baleares».

LOS DETALLES

1 Sólo se aplica a los ingresos que se dediquen a inversiones

Las bonificaciones fiscales que prevé el REB no se aplican sobre todo el porcentaje de ingresos de las empresas, sino sobre las que luego se dediquen a inversiones y a tres sectores concretos: elementos patrimoniales que contribuyan a la protección medioambiental; creación de puestos de trabajo o inversiones en la elaboración de nuevos productos.

2 El ahorro fiscal puede suponer hasta 11.250 € en algún caso

Una empresa de restauración con un beneficio neto de 80.000 euros que decidiera invertir 60.000 en rehabilitar el local y adquiriera nueva maquinaria podría ahorrarse hasta 11.250 euros con el nuevo sistema, según el ejemplo práctico que ofreció ayer el conseller d’Hisenda. Hay más ejemplos: una inversión en energía solar supondría hasta 9.375 €.

3 Una medida que cumple los márgenes de la UE

Las medidas fiscales que se incorporan al REB cumplen los márgenes porcentuales y temporales de la Unión Europea. El proceso consiste en dejar sin tributación entre el 65% y el 75% de los beneficios obtenidos en Balears por empresas y autónomos con un límite máximo establecido por la UE, con carácter general, de 200.000 euros a pagar, cada tres años.

4 La reserva de inversiones afecta a dos tipos de impuestos

La Reserva de Inversiones que así se llama la figura que se añade al REB y que el conseller comparó, “salvando las distancias”, con la que se aplica en Canarias, supone una bonificación sobre el impuesto de sociedades y el IRPF. El conseller asume que puede producirse una reducción de ingresos, pero no cree que afecte al cómputo final.